martes, 26 de febrero de 2013

Sin City

Si esta reseña se hubiese presentado hace tan sólo unos meses, sólo podría haber hablado del cómic creado por Frank Miller, pues no había podido ver la adaptación cinematográfica de Robert Rodríguez. Ambas obras brillan por su calidad, su originalidad y estética. El cómic está dibujado en blanco sobre el negro, y la película está rodada en blanco y negro, con sutiles matices de color. En ambos guiones la dureza de la historia es incapaz de dejar indiferente a nadie, porque no se trata de héroes tradicionales, admirables y que sirven de ejemplo al resto de la sociedad. En Sin City Frank Miller y Robert Rodríguez nos muestran a los desheredados y desafortunados a los que el destino no ha tratado como es merecido, a los poderosos corruptos sin escrúpulos. El guión cinematorgráfico respeta profundamente la obra original y es una forma muy interesante de complementar el cómic. Me sucede con estos dos trabajos como con Blade Runner y ¿Sueñan los Androides con ovejas mecánicas?, que soy incapaz de decir cuál es mejor. No sabría quedarme con el cómic o la película, por eso escribo hoy una crítica doble.