lunes, 6 de agosto de 2012

Un nuevo rumbo

Tras varios días de silencio y reflexión, elijo esta intempestiva hora de la madrugada del domingo al lunes para justificar mi falta de columnas durante este tiempo. Ahíto de crisis económicas que no son otra cosa que atentados terroristas, ver cómo estamos en medio de la Tercera Guerra Mundial, la cual no se libra con tanques y soldados sino a través de los mercados y la banca, me planteo dejar de dar prioridad a la actualidad. Me aburre soberanamente opinar a diario sobre la prima de riesgo, como la caga Zapatero, Rajoy o la madre que los parió. Ya no tengo ganas de criticar a la clase política, porque no hacen nada interesante. Sólo robar y oprimir al pueblo, sin importar del color que sea. Ellos no pierden sus beneficios, mientras el pueblo paga sus errores. Creo que la ciudadanía se merece un respeto, ya que son los perjudicados. Pero no, esta casta de impresentables sólo piensan en llenarse los bolsillos, desterrando la honradez y la decencia a las cualidades de cualquier tonto. Así que se acabó. Ya no pienso hacer protagonistas a estos mamarrachos de mis opiniones. A partir de mañana, hablaré de lo que me gusta. Es decir, de tebeos, miniaturas, rol, frikadas varias. Y si la cagan estos representantes y cabezas visibles de la estupidez y la imbecilidad, pues no tendré contemplaciones. Al fin y al cabo, sólo tengo compromiso con la verdad, no con unos capullos que sólo saben aferrarse al poder.