miércoles, 13 de junio de 2012

Día del Escritor

Me entero vía Facebook que hoy es el Día del Escritor, algo de lo que escucho hablar por primera vez en mi vida y es algo que me hace reflexionar sobre el oficio. Como he dicho en más de una ocasión, he escrito desde siempre. De hecho, no recuerdo ningún momento de mi vida en el cual no lo haya hecho. Siempre me he planteado por qué sigo en esta profesión tan dura y tan mal remunerada, a veces poco reconocida y otras tomada como afición o hobby. Y la verdad es que no he encontrado respuesta alguna, salvo el amor a la Literatura y al oficio de escritor. Escribir no es nada fácil, ya que no se trata de un momento de inspiración para narrar frases geniales que quedan bien en un libro o en los muros de las diferentes redes sociales. Se necesita disciplina espartana, amor a la profesión y entender que hay que sentarse todos los días a trabajar. Unas veces saldrá un relato digno de un premio de Literatura, otras veces algo que no sirva ni para ser usado como papel higiénico, pero el oficio sólo se logra a base de escribir, escribir y escribir. Durante años he preguntado a los más veteranos, a aquellos que sacan libro por año y hablan de la constancia, la perseverancia y las ganas de contar algo. Ninguno me ha hablado de esperar a las musas, y si se han referido a ellas, han dicho que han de llegar cuando uno esté trabajando. Hoy que se celebra el Día del Escritor, me siento orgulloso de serlo, de tener publicada mi primera novela y estar preparando la próxima, pero sobre todo me siento orgulloso de este blog, El Friki Reflexivo, porque gracias a él, he logrado hacer oficio y tener experiencia y tablas en una profesión sólo reconocida por el gran público si se es una estrella y las obras publicadas, best sellers. Hoy es el Día del Escritor, pero también debería existir un Día del Lector, porque sin ellos no somos nada.

martes, 12 de junio de 2012

Patriotismo de pacotilla

Vuelven las banderas rojigualdas a ondear al viento para reivindicar a España. En estos días los nacionalismos quedan aparcados y el país vuelve a unirse bajo una misma enseña, un mismo color un mismo sentimiento, el de sentirse español por encima de todas las cosas... Hasta que a la Selección Española o la roja la eliminen en cuatros de final. Entonces esas banderas bajarán de los mástiles, serán arrojadas sin contemplación a la basura y el amor al país se quedará en un recuerdo, ya que los jugadores del Combinado Nacional no supieron hacer su trabajo, o el cabrón del árbitro estuvo en su contra. Este patrioterismo balompédico es usado para apartar a la opinión pública de los asuntos importantes del país. De hecho, no es casual que se aprueben medidas como la que comentábamos ayer mientras la gente está distraida y absorta ante los logros de esos veintidós millonarios carentes de cerebro e inteligencia, ya que el deporte rey es usado como una perfecta cortina de humo y distracción. Me pregunto cuándo la masa será capaz de darse cuenta de que, mientras España juega, otros cabrones destruyen lo poco que tenemos en favor de las órdenes que dictan desde la sombra  los miembros del Club Bilderberg.

Requiem por la Democracia

Ayer fue asesinada la Democracia a manos de los mercados y especuladores, con la complicidad y el silencio de nuestros políticos que no han podido o querido hacer nada. Sin importar el color o si están en el poder o la oposición, han pasado del pueblo que les votó y se han bajado los pantalones para que les abran el culo y se lo dejen como la bandera de Japón, y de camino jodernos al resto, porque a ellos sólo les importa el sillón y cobrar a fin de mes sus indecentes sueldos exentos de impuestos. ¿Y qué hacía mientras el pueblo? Celebrar el triunfo de Nadal en Roland Garrós y apoyar a la roja, que volvió a jugar como nunca y perder como siempre. ¿Alguien es capaz de explicarme de qué me sirve votar en España, si se baila al son que dicta el FMI, Rodrigo Rato o Emilio Botín? Con este rescate a la banca y nuestro querido presidente chillando como un cretino más, España se convierte en el hazmerreír del resto del mundo. Pero claro, eso al españolito de a pie no le interesa. Es más, dudo que se haya enterado, ya que le importa más el trofeo que se juega en Polonia(que no sé cuál es ni me importa) que perder sus libertades y poder adquisitivo.  El españolito de a pie sólo se mueve para hacer una marea roja, celebrar títulos que se atribuye sin hacer otra cosa que beber cerveza tirado en el sofá y utilizar la dialéctica para insultar árbitros y jugadores no nacionales. Ayer fue un día triste, porque dejamos de ser un país para convertirnos en la filial de una empresa cuyos dueños mueven los hilos del mundo, y hacen y deshacen a su antojo. Fue bonito mientras duró. Descanse en paz, Democracia. Nunca te olvidaremos.