martes, 9 de octubre de 2012

Reflexiones sobre la vida, la muerte y el suicidio

Leo en el muro de Facebook del escritor Ralph Barby que la mayor causa de mortandad entre los hombres de 30 y 44 años es el suicidio, lo que me hace contestar con una reflexión que aquí comparto:
Más cercano a la franja de los cuarenta que de los treinta, debo confesar que las motivaciones de esos suicidios suele venir por la renuncia a los sueños y la soledad más absoluta. La renuncia a la vida en pos del trabajo y el éxito social y material desplaza otros valores como la creatividad o la lucha por sentirse realizados. Es más importante conservar un trabajo de lo que sea porque se tienen que pagar las facturas y la hipoteca. Se da más importancia a lo material que a otro tipo de cosas, y eso no puede ser. Se supone que esta crisis debería aguzar el ingenio, pero ¿dónde quedan la creatividad y la inventiva? O dicho de otra forma, ¿hay lugar para los soñadores que deciden emprender su camino en el campo de la Literatura, el Arte el Cine u otra Disciplina Creativa? Sinceramente, no. A los que dejamos todo por dedicarnos a aquello que amamos nos tratan de decir que eso es un hobby, y que hay que tener un trabajo con el que tener estabilidad e independencia económica. En la sociedad actual está totalmente prohibido apostar por la diferencia y eso es causa de muchos complejos que pueden derivar en el suicidio, lo cual debería ser intolerable, porque no podemos ni debemos permitir que la presión social sea más fuerte que nuestra propia búsqueda de la felicidad.

2 comentarios:

  1. Eso que cuentas es precioso y buscar la felicidad de ese modo, renunciando a tener un trabajo "normal" con el que pagar las facturas por un sueño está muy bien para un tipo sin cargas familiares (hijos que alimentar y vestir) o sin tener que preocuparse del asunto de cómo pagar qué comer ese día (desgraciadamente necesitamos alimentarnos a diario-QUÉ PENA- y eso cuesta dinero).

    Apuesto todo el oro del mundo a que alguien que escribe así tiene la casa, la luz, el agua y la comida pagada por otra persona, porque está muy claro que del ARTE sólo vive muy poca gente (la opción A). Seguramente tienes la opción B y de toda la vida para un artista tener sufragados los gastos básicos y permitirse el lujo de dedicarse EXCLUSIVAMENTE AL ARTE, como tú reivindicas se ha llamado siempre MECENAZGO. Pero para eso necesitas un patrocinador (un amante, un amigo, un admirador o un progenitor).

    En la vida real apostar de manera tan vehemente por trabajar en el mundo del arte es legítimo siempre que ello no suponga ser una carga económica para otra persona, es decir, que uno sea autosuficiente y sacrifique su escaso tiempo para poder hacerlo. Yo sospecho que en tu caso, estás reivindicando algo que actualmente (y afortunadamente) estás ya disfrutando, no trabajar en otra cosa que no sea en tu tema artístico y promocional.

    El asunto: ¿ES INCOMPATIBLE Y DESDEÑABLE BUSCAR Y TENER UN TRABAJO QUE NO TE GUSTE PARA NO DEPENDER DE OTROS ECONÓMICAMENTE Y AL MISMO TIEMPO PERSEGUIR UN SUEÑO DE SER ARTISTA? La respuesta, insisto, es NO. Tú la contrapones equivocadamente. ¿O es que Noah Gordon cuando empezó a escribir no tenía un trabajo como periodista para ir pagando las facturas? Todos los escritores cuando empezaron tenía otra profesión, Cervantes era auditor de cuentas, Shakespeare copropietario de una compañía teatral. El 99% de los escritores se ven abocados a tener otra profesión para vivir y no por eso deja de tener calidad su obra. Por eso en mi opinión CONFUNDES Y HACES INCOMPATIBLE EL PODER TENER UN TRABAJO QUE NO SEA TU ELEMENTO, como diría Ken Robinson, PERO QUE SIRVE PARA SOBREVIVIR CON EL HECHO DE TRABAJAR AL MISMO TIEMPO PARA SER ARTISTA. Son dos cosas compaginables y en absoluto resta calidad al resultado.

    Tema suicidio.

    Efectivamente ha aumentado el número de suicidios en la franja que señalas, pero siento decepcionarte: no responde a los motivos que tú expones, tan románticos y espirituales. El aumento de suicidios, cuyas cifras reales conoce la policía (y ellos te lo pueden contar) responden mayoritariamente al hecho de quedarse sin trabajo, por no poder pagar facturas ni dar de comer a tus hijos, es una auténtica tragedia que no se puede trivializar de la manera que tú haces, me parece por tu parte un lamento de alguien que no se ve en esa durísima tesitura.

    Y por cierto, tener un trabajo para poder pagar facturas no es sinónimo de que te presionen para tener éxito social, en absoluto, hoy en día hablamos YA de supervivencia, y en tu caso demuestras tener cubiertas las dos primeras necesidades jerárquicas de la PIRÁMIDE DE MASLOW, sí, tienes de antemano económicamente las espaldas cubiertas. ¡Qué suerte!.Por tanto, me parece bastante extremista y trivial, dado el estado de emergencia por la crisis que vivimos hablar de suicidio por causa de la disyuntiva de un artista que tiene las necesidades cubiertas que se ve presionado por la sociedad que le dice que abandone su sueño y busque un trabajo con el que pagar facturas. Me parece incluso una falta de respeto hacia ti mismo y hacia tus seres queridos y no tener los pies en el suelo, no ser realista. Piénsalo, te dedicas a lo que te gusta sin la presión de no tener que pensar si ese día COMES O NO COMES, así que deja de lamentarte: eres un ser afortunado.

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  2. Te repondo, Pepito Grillo. No sé quién eres para hablarme con esas confianzas ni qué conoces de mi vida, lo cual me importa un bledo. Soy incapaz de trivializar con el tema del suicidio, más que nada porque tres amigos míos se han muerto de esta forma. ¿Qué sabrás tú de mis motivaciones, mis gastos o si un día no podía permitirme nada? no suelo hablar de mi vida privada, pero sabes con cuánto dinero he tenido que sobrevivir no hace mucho? Con apenas cien euros. Te diré otra cosa. Ya tengo demasiadas canas en demasiados sitios de mi cuerpo como para que venga nadie diciéndome que soy un inmaduro, y menos de parte de una supuesta conciencia anónima. ¿Qué pasa? Te gusta tocar las narices? ¿O acaso eres el troll que tuve hace unos años? En tal caso, te recomiendo ir a cagar a la vía o al muro, porque no consiento que me acuses de tocar el tema del suicidio de forma superficial, ni decir que no sé de lo que hablo. ¿Cuántos cafés te has tomado conmigo mientras lloraba contándote mis más profundas intimidades? ¿Cuántas veces has visto mis gritos de socorro en duras tesituras? Ninguna, así que por favor, no hables de o que conoces, porque no tienes autoridad alguna para poder hacerlo. O dicho de forma vulgar, ¿quién coño te crees que eres para decidir si yo he estado o no en la tesitura de suicidarme?

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