miércoles, 6 de julio de 2011

Un duro artículo

La semana pasada morían tres mujeres a manos de sus parejas o ex parejas en menos de 72 horas, una cifra preocupante y vergonzosa, pues que un supuesto hombre mate a una mujer ya roza y sobrepasa la ignominia. Durante años me he preguntado el por qué de estas muertes, tratando de comprender, justificar o entender, pero nunca aceptar y siempre condenar, rechazar y repudiar. Poco me iba a imaginar que ese interés mórbido por el cabrón que no sabe amar a las mujeres podía estar detrás de estas muertes, y que muchas de esas muertes eran inevitables porque las víctimas no querían salir de ese entorno de maltrato, humillación y desprecio. He meditado mucho mis palabras, tan duras como sinceras, ya que me duele en lo más profundo de mi alma tener que hablar así, con tanta crudeza. El actual clima de neomachismo que hace que la Mujer esté perdiendo todos y cada uno de sus logros no sólo no ayuda a que el número de asesinadas disminuya, sino que propicia y ayuda a que aumenten de forma escandalosa, ya que se conciben ambos géneros como rivales, y no seres complementarios, compañeros en el camino de la vida, en una incomprensible guerra de sexos, donde se desprecia y rechaza a todo lo que huela a masculino, pero se quiere para pagar pensiones, copas y otros menesteres o caprichos. Sigo en contra del maltrato, de los maltratadores y todo lo que apeste a violencia de género o machista, pero también me posiciono en contra de las mujeres que no quieren ser amadas por hombres que sólo deseen lo mejor para ellas.

martes, 5 de julio de 2011

Myspace, un negocio nada redondo

MySpace, una de las pioneras en el mundo de las redes sociales ha cambiado de dueño, quien se ha hecho con ella por un valor muy inferior al que fue adquirida por News Corp, al precio de 530 millones de dólares, una cantidad astronómica si la comparamos con los 35 millones que Specific Media ha desembolsado para hacerse con su control.
MySpace fue en sus mejores tiempos la red social más importante que existió, antes de la irrupción de Facebook, pero no supo adaptarse ni ir con los tiempos, por lo que fue siendo abandonada en el gran océano de Internet, ya que sus contenidos dejaban de ser atractivos y sus políticas impedían que los usuarios pudiesen compartir fotos, canciones o vídeos con total libertad. Aún así servía para el lanzamiento y promoción de artistas de todo tipo, como músicos, actores, cantantes o pintores, ya que informaban puntualmente de todos y cada uno de sus proyectos. No obstante, poco o nada se hizo por invertir en su mejora, quedando obsoleta y poco atractiva para quienes se incorporaban a la web 2.0. Poco o nada se sabe de los cambios que pueda sufrir al cambiar de propietario, pero es probable que se dedique completamente a la música, lo cual no sería de extrañar, ya que Justin Timberlake es uno de los socios de Specific Media. De una forma u otra, sólo puede ser definido como escandaloso el desplome en el precio y valor de MySpace, puesto que no supieron ver que otras compañías y empresas empezaban a hacerse con parte de ese público que lentamente les iba abandonando, pues su decadencia se hacía patente y evidente, punto de no retorno para una caída en el abismo de un mercado cruel que devora a quien no se adapta, sepa o no hacerlo.

lunes, 4 de julio de 2011

Escándalo en la SGAE

No es un secreto que la Sociedad General de Autores y Editores está cometiendo irregularidades constantes. Bien sea a través de la exigencia y cobro del canon digital, sus métodos y actuaciones o invasiones en la intimidad para demostrar que no se aplicaba aquello que exigían. Incluso se han atrevido a insultar, injuriar y descalificar al mundo internauta por descargarse canciones o películas, en una campaña de desprestigio que les ha llevado a robar y destruir la presunción de inocencia, al gravar los soportes por si acaso. Han sido años en los cuales se ha evitado mover un dedo para investigar a dónde iba lo recaudado, sin tener idea de qué se hacía con lo recaudado, pues no llegaba a todos los socios, y muchos de ellos se quejaban de no recibir aquello que les correspondía. Muchos autores se han autoproclamado víctimas de una sociedad a la que antes defendieron a capa y espada. ¿Por qué no la cuestionaron antes? ¿Por qué despreciaron a su público? Vergüenza debería darles ponerse la medalla de plañidera indefensa. Ahora no sirve de nada tratar de dar pena, porque nadie se lo cree o traga. Sería lógico, ético y honrado que la cúpula directiva de la SGAE dimitiese, pues la entidad está muy por encima de los interese particulares de unos individuos que robaron la presunción de inocencia de millones de persona, por el hecho de navegar en Internet.