Comparativas intolerables

Hace unos días estuve en una conferencia sobre economía y política, pese a que prefiero las literarias y no la visión de los candidatos a cargos de poder. Al llegar al turno de preguntas, hubo todo tipo de aportaciones y dudas que debían ser solventadas por los conferenciantes, los cuales daban su mejor palabrería a los asistentes. No obstante, uno de los participantes hizo una introducción cuanto menos significativa al decir que hace unos años, si alguien le levantaba la mano a la parienta(literal), el juez sólo le llamaba la atención, mientras que hoy era condenado a prisión. Debo decir que no recuerdo cuál fue la pregunta de este falócrata machista apologista de la violencia de género, pues abandoné el lugar salvado por una llamada telefónica, aunque mi cabeza se quedó rondando. De haber sido uno de los conferenciantes, hubiese exigido se retractase de aquella comparativa tan horrenda y fuera de lugar, ya que absolutamente nadie tiene derecho a pegar a la pareja, y mucho menos a justificarlo. Cada día tengo más claro que esta lacra será eterna, debido a una sociedad cómplice que no ve gravedad en comentarios como éste, puesto que nadie, salvo yo, fue capaz de condenar dicha opinión. Es una verdadera lástima que no se eduque para que se repudien actos como el denunciado hoy, aunque no me extraña, ya que la sociedad está totalmente agilipollada entre tanta telebasura, falta de ética y adoración a la superficialidad y la imagen.