lunes, 25 de julio de 2011

Egocentrismo fundamentalista

Poco importa, tanto da que el integrismo venga del cristianismo, el islamismo, el judaísmo o cualquier otro ismo, ya que sus ideas se basan en el odio y la aniquilación quien no piense igual, viendo a los librepensadores como una amenaza de su causa. Lo sucedido este fin de semana en Oslo no tiene justificación alguna y sí la mayor condena y repulsa, que hago de forma personal y como director de esta bitácora. Clama al cielo que este genocida cuyo nombre no me he molestado en aprender no sólo no esté arrepentido, sino que justifique su gesta, su hazaña de manera orgullosa, exigiendo un protagonismo que sobrepasa los límites de la decencia, pues se cree el salvador de un causa que ha explicado en un tocho de 1500 páginas que circula por Internet. Excusas cargadas de cinismo que no deben ser toleradas en ninguna de sus formas o maneras, ya que han sido muertes atroces e innecesarias. Llama mi atención cómo estos fanatismos son ignorados por la sociedad, siendo blancos de burlas y no tomados en serio, pues defienden que son grupúsculos y que no tienen poder, aunque de vez en cuando pasan cosas como ésta. He tenido la desgracia de conocer a individuos así, y sólo puedo decir que el odio que emanan es tan peligroso y dañino que nada puede hacerles cambiar de punto de vista u opinión, siendo capaces de insultar o agredir a quien discrepase con ellos, convirtiéndolos en enemigos de su causa. Y eso es un peligro que hay que tener en cuenta y no dejar pasar de largo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión es importante