sábado, 28 de mayo de 2011

Presiones futboleras y futbolísticas

Que en este país nuestro importe más la celebración de un título futbolístico que prestar atención a la gente que lucha por un mundo mejor sólo puede ser definido como asquerosamente vergonzoso. Así, con las dos palabras. Decencia debería tener quien ordenó que la Policía cargase contra el campamento levantado el día 15 de mayo, pues a las personas que allí estaban las movía, y aún mueve, el interés por un mundo mejor, no la fiesta por la copa que ganase el Barça un día de estos. A los poderes públicos les interesa más que la masa campe a sus anchas destrozando todo a su alrededor que la resistencia no violenta y las actividades culturales que se puedan organizar. No es de recibo ni comprensible o concebible que tonterías como un deporte absurdo que agilipolla e idiotiza sea prioritario ante la exigencia de un mundo mejor, más justo, y sin desigualdades. A quien ordenó la carga policial se le debería caer la cara de vergüenza en el caso de tenerla, y pensar que a nadie le hace gracia estar lejos de su hogar, ante las inclemencias del tiempo. No es de recibo usar una excusa tan absurda como la limpieza para emplear métodos represivos, como si de un dictadorzuelo de poca monta se tratase, y por tanto ha de ser condenado y denunciado públicamente. Por eso escribo hoy este artículo, pues me veo en la obligación de rechazar y condenar los medios empleados para el desalojo del campamento barcelonés, y a la vez exigir responsabilidades a quien corresponda.

2 comentarios:

  1. Muy bueno este artículo Gabriel...y Borges extraordinario!!

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  2. Ha merecido la pena, querido Rafa... Por cierto, recuérdame que te enseñe aquel primer contacto con él.
    Un fuerte abrazo.

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