El fin de los miedos

Ha llegado la hora de hablar claro, de olvidar y evitar los temores que durante los últimos veinticuatro años me han impedido expresarme todo lo claramente que he querido, pese a no haber callado nunca y haber dicho siempre aquello que sentía. Durante más de dos décadas, he temido hablar sin ningún tipo de tapujos y cortapisas, utilizando la retórica, a veces la ambigüedad y otras el silencio y la prudencia, todo por temor a sentirme señalado y no obtener un empleo dentro del Ayuntamiento, algo que jamás ha llegado, salvo la colaboración anual en la Media Maratón. Pero esto se acabó. El miedo queda en el pasado, el temor desaparece y el silencio prudente da paso a mi opinión libre, ya que el PSOE ha perdido las elecciones en Los Palacios y Villafranca, mi pueblo. El recuerdo es el lugar donde quedarán los abusos de todo tipo, no sólo de poder, los nepotismos incultos de déspotas que te relegan al ostracismo por no ser afecto al régimen dictatorial del puño y la rosa y cuestionar los errores constantes cometidos, las cagadas a base de bien. Han sido muchos años mendigando y suplicando un puesto de trabajo que nunca llegó, recibiendo capotazos como si fuese un toro de Miura, con falsas promesas, manipulación y juego de sentimientos. Sería injusto no agradecer la oportunidad de haber expuesto mi obra en la Casa de la Cultura y haber tenido la oportunidad de pisar las tablas del Teatro Municipal, mas son logros conseguidos con el tesón y el esfuerzo, no favores conseguidos. Pensando que estas elecciones serían un mero trámite, el PSOE local ha usado las malas artes para mancillar aún más si cabe la Democracia, ya que no ha respetado la Ley Electoral, destruyendo carteles de los otros candidatos, coaccionando y comprando votos y voluntades, sin olvidar el envío masivo de mensajes de texto en plena jornada de reflexión. No me explico cómo se pueden atrever a llamar demócratas. Justo ha sido que las urnas les hayan expulsado, pues se lo merecían.