Chistes de maricones

La ridiculez de algunas decisiones del partido en el poder roza lo esperpéntico. En esta ocasión, a la ministra Leyre Pajín no se le ocurre otra cosa que sancionar con 5000 euros y penas de un año de prisión por contar chistes de temática gay. Tan absurdo como ilógico e innecesario, pues se deberían usar esos esfuerzos y dinero en menesteres de otro índole, como sería la creación de empleo o respetar la tan mancillada Libertad de Expresión. Abordar asuntos sin importancia en situaciones en las que hay que darlo todo demuestra la nula preparación y el alto nivel de incompetencia de quien se atreve a malgastar nuestros impuestos en tonterías y gilipolleces, así como el comportamiento poco democrático al ordenarnos cómo debemos pensar y opinar. Quieren un mundo de biempensantes, de gente que asienta a todo y dé cabezadas, donde se hagan reverencias, se evite la discrepancia y el debate. Un mundo homogéneo en todos los sentidos, donde no haya diferencias de criterio. ¿Y eso es ser demócrata y democrático? Eso sólo tiene un nombre: Fascismo. Nadie debe ordenarnos qué está bien o qué está mal., ya que eso es un concepto muy difícil. A mí poco me importan los chistes de maricones, porque son un género más dentro del Humor, y no me voy a molestar si alguien los cuenta, o si yo lo haré, ya que respeto, algo que ciertos políticos han olvidado con tanta ordenanza tonta y carente de lógica o sentido.