martes, 18 de enero de 2011

Laicismo, aconfesionalidad y respeto

Ahíto de este clima de intolerancia que nos agita constantemente, escribo este artículo. El boicot a la misa de los miércoles en la Universidad de Barcelona rebasa los límites de la ignominia, y sólo puede ser catalogado de vergonzoso espectáculo de intolerancia. A mí poco me importa que sea una celebración litúrgica, una conferencia de un político o cualquier acto de la índole que sea, pues el problema de fondo es la imposición de unas ideas, unas creencias y la falta de respeto al resto. Si bien es cierto que durante la dictadura se obligaba a creer y adorar, a apoyar al régimen que existía, ¿por qué en Democracia se insta a apoyar un laicismo que la Constitución no reconoce o una singularidad política que no está reflejada en la misma? ¿Dónde quedan los consensos logrados en la Transición? Mucho me temo que de seguir estos ataques contra las libertades, nuestra consolidada Democracia, con sus más y sus menos tenga los días contados, y vuelva una dictadura más dura y salvaje que la que sufrió España durante cuarenta años, tras esa barbaridad llamada guerra civil, a la cual jamás daré el respeto que puedan ofrecer las mayúsculas. La experiencia y los años me han hecho no estar a favor de las cosas, pero tampoco en contra. No obstante, defenderé el derecho a expresarlas libremente, y repudiaré siempre que no sea así.

2 comentarios:

  1. Hey, hola!
    tu blog es muy interesante y genial! jajaj.

    te invito a que pases porr el mio :

    www.hayuncielosobreti.blogspot.com

    Saludoss :-)

    ResponderEliminar
  2. Miraré tu blog, Melody.
    Un fuerte beso.
    Bienvenida.

    ResponderEliminar

Tu opinión es importante