viernes, 26 de marzo de 2010

Spiderman Unlimited: Episode 3

¿Por qué escribo en un blog?

Esta pregunta la suelo responder en el aniversario de esta bitácora, pero hoy quiero reflexionar sobre los motivos que me llevaron a abrir, y mantener durante más de tres largos años este rinconcito, como sabes que me gusta llamarlo, querido lector, querida lectora. Como bien sabes, llevo toda mi vida escribiendo y dedicado a la Literatura, buscando incansablemente ese hueco entre otros autores, sin tratar de quitar ningún puesto ni lugar. Muchos han sido los medios donde he plasmado mis columnas de opinión, con más o menos razón, mis críticas de cine o noticias, como cuando colaboré con prensa hace tanto que ni recuerdo. Pero yo necesitaba más. Quería transmitir todo aquello que me preocupaba, que me inquietaba, y descubrí los blogs. Si bien mi primer cuaderno de bitácora no era más que un sitio en el cual opinaba cuando podía, ahora lo hago a diario, porque me siento pleno cuando escribo, cuando relato aquello que me parece curioso. Me decían que tocaba muy pocos temas frikis, y es cierto, pero no creo que sólo deba dedicar los post a ello. Hay vida más allá de la viñeta o las cajas o blísteres de miniaturas, y es bueno no centrarse sólo en una cosa. Escribo en un blog porque lo necesito, porque adoro escribir, y porque me encanta lo qué hago, aunque todavía no haya visto recompensa económica.

miércoles, 24 de marzo de 2010

¿Y si el Capitán Marvel no hubiese muerto?


Han pasado pocos días desde mi relectura del número 21 de la Colección What if, en el que se planteaba una realidad alternativa en la cual el Capitán Marvel no había fallecido, víctima del cáncer. Esta historia, transcurrida en un mundo paralelo, no es más que un cúmulo de aventuras superficial y carente de todo respeto al tema de la puta y devastadora enfermedad. Lejos del cariño, la sensibilidad y el respeto que Jim Starlin nos ofreció en su novela gráfica, aquí los autores no saben desarrollar un guión que podría dar para mucho, si alguno de ellos fuese capaz de ver más allá de las viñetas para contar una historia que bien podría estar cargada de optimismo y alegría, y no un despropósito, agravio u oprobio a la obra original, como nos muestra el resultado final en un cómic que bien pasará desapercibido entre los tantísimos publicados como mero entretenimiento de coleccionistas y aficionados. Aunque en su momento me gustó, pues no había leído la obra original, en esta ocasión que ya no es así, puedo hablar, sin lugar a dudas y riesgo a equivocarme, que estamos ante un tebeo malo, sin más calificativos, prescindible que adolece todo lo necesario para mantener entretenido a toda persona que decida dedicar tiempo a su lectura.

martes, 23 de marzo de 2010

Desprecios y prepotencias chulescas

A lo largo de mi vida he tenido, y aún tengo, el orgullo y el placer de compartir momentos inolvidables con escritores, poetas y personas del entorno de la Literatura, en una gran diversidad de actos como una firma de ejemplares o una conferencia. Siempre he aprendido algo y he conocido a seres excepcionales, de una amabilidad y simpatía memorables. Es más, puedo hablar de compartir amistad, fraguada y forjada con el paso del tiempo. Sin embargo, hace pocos días me topé con una escritora cuyo nombre y obra voy a obviar y condenar al ostracismo más absoluto, que exigió a la organización del lugar donde firmaba que los lectores a los que había estampado su autógrafo abandonasen la tienda, negándose a cruzar palabra alguna, salvo el nombre su público, vapuleado por la acritud prepotente de alguien con aires de progresía, que no progresismo. Entendiendo que cada persona es un mundo, y que no existen ni hay dos caracteres iguales, no puedo tolerar, respetar o entender los baños de masas y público para despreciarlos acto seguido. Si alguien no quiere contacto con el exterior, que opte por la decisión que J.D. Salinger tomó al alejarse de la vida pública y la fama, de forma voluntaria, pero que bajo ningún pretexto se crea en el derecho de exigir la expulsión de alguien que sólo quería intercambiar unas palabras y opiniones más allá del típico y tradicional ¿para quién es este libro?

¿Dónde está el Arte?

Ayer volví a exponer, una vez más, en la Muestra de Artes Plásticas al Aire Libre Ciudad de Dos Hermanas, como viene siendo habitual desde hace catorce años, y como espero seguir haciendo mientras las fuerzas y la ilusión me lo permitan. Se ha convertido en una tradición personal dejar el caballete con mi obra y estar toda la mañana contemplando, admirando y compartiendo opiniones con los diferentes artistas. No obstante, este año he tenido mucho miedo y preocupación, puesto que no he visto una variedad alta en los diferentes cuadros y esculturas allí expuestas. Como si de una única hoja de ruta se tratase, una gran parte de los trabajos seguían una única línea, de la cual era imposible desmarcarse. Mirar un cuadro que es una copia del anterior, y éste a su vez de otro que está más allá, carente de originalidad da qué pensar e invita a la reflexión, ya que nos conduce a un mundo sumiso, a unos artistas que sólo pintan y no expresan, pues les puede la estética más que esa obligada disidencia de la que hablaba hace unos días. El deber de plasmar ideas o romper con lo establecido en el Arte es una tradición y una norma que se pierde en la noche de los tiempos, pero que corre serio peligro de perderse ante una creación insípida, políticamente correcta y falta de contenido. Ayer me preguntaba dónde estaba la abstracción, la originalidad y me daba miedo pensar que se estaban dando pasos de gigante hacia atrás en la escala evolutiva de la humanidad. Me preguntaba dónde quedaba el Arte. Y mucho me temo que no obtendré respuesta.