jueves, 16 de diciembre de 2010

Navidad sin esencia

No sé qué está sucediendo con las Navidades, puesto que se han convertido en una fiesta vacía, hueca y sin sentido, donde sólo importa ser felices y hacer regalos. Aunque no me gustan nada estas fechas, no dejo de reconocer que tratar de robar la parte espiritual para hacerla laica y evitar las ofensas a otros credos es una ofensa en sí, valga la redundancia, pues sólo se convierte en un motivo para gastar dinero y consumir de forma compulsiva, adoctrinando a las personas en el egoísmo más individualista y una competición por hacer el regalo más caro, todo lo contrario que estas Fiestas promulgan, pues el mensaje de amor, hermandad y felicidad se reduce a una tarjeta enviada, un mensaje de texto o un e-mail. Triste y desolador. Real. Superficial en esa esencia de la que hablo. Cuando veo las películas tradicionales de estas fechas o releo la Canción de Navidad de Dickens, me pregunto por qué nadie reacciona ni tiene visitas para que le hagan ver a la Navidad. Es cierto que cuando hay una silla vacía en la mesa ya no es igual, y que ese hueco es imposible de llenar aunque pasen los años, pero de ahí a transformar en materialismo puro y duro algo tan espiritual como estas celebraciones dista un mundo, lo cual no debe ser tolerado de ninguna manera. No deja de ser verdad que la Navidad debe ser celebrada por todo lo alto, pues debemos mantener la ilusión de los niños y quienes creen en algo más que regalos, borracheras y comilonas.

2 comentarios:

  1. Navidad? Que es eso? No las celebro, ni hago regalos, ni las felicito. Lo unico bueno es que ese dia no trabajo

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