sábado, 27 de noviembre de 2010

El candidato Pútez

Demagogo, mentiroso y ruin, el candidato Pútez había logrado ganarse un puesto en la ejecutiva del partido que se presentaba a las elecciones generales. Pútez no sabía de política. De hecho no sabía de nada que no fuese mirar por su interés particular y lucrarse, de forma debida o no. Populista de discurso barato, era capaz de convencer a las masas, con discursos carentes de contenidos y exentos de palabrería superflua e innecesaria. Al candidato Pútez le gustaba la exquisitez, el lujo y el buen vivir. Era un sibarita que entendía de los grandes placeres de la vida, pero que obviaba los importantes. Amante de los regalos y sobornos, no dudaba en aceptarlos o exigirlos a cambio de favores que pocas veces solía hacer o devolver. Reunía todos y cada uno de los defectos de la mezquindad el candidato Pútez, que hacía honor a su nombre, porque era un auténtico hijo de puta.

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