sábado, 5 de junio de 2010

La llegada

Aquello que parecía una gran bola de fuego se fue consumiendo tan sólo salir de la atmósfera,mostrando un negro color azabache que contrastaba con una gran I dorada en cada una de sus cinco caras.
La cápsula de desembarco que contenía a los tres exploradores de las Almas de Sanguinius, el 7º destacamento de la Segunda Compañía de los Ángeles Sangrientos, que habían combatido con el inquisidor Presley durante el tiempo que éste estuvo destinado en Baal junto a su personal, durante la dominación de Khorne y sus demonios. El estruendo que ocasionó su aterrizaje pudo escucharse en varios kilómetros a la redonda, y hubiese atraído la atención de curiosos de no hallarse en un planeta prácticamente desértico. Las puertas se abrieron, liberando a sus ocupantes, que salieron ávidos y raudos, como si animales irracionales fuesen en busca de una presa, mas no se trataba de tres Ángeles Sangrientos dominados y poseídos por la Rabia Negra, e indultados en el más absoluto secreto por quién los lidero anteriormente. Desprendidos de todo símbolo que los definiese como Hijos de su Primarca, tan sólo mantenían el rojo de sus uniformes sin más, ignorando que permanecerían allí hasta que dominasen su sed de sangre o la Muerte les encontrase...

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