martes, 23 de febrero de 2010

Cabrones, canallas y ciudadanos

Con respecto a la violencia de género, todavía tengo muchas dudas, tantas como motivos de mi rechazo. Me pregunto por qué se sigue viendo como algo que pertenece al ámbito de lo privado. No soy capaz de comprender ni entender, y mucho menos tolerar, que haya mujeres que defienden a sus agresores, siendo capaces de insultar, vapulear o escupir en el alma de cualquier ciudadano con civismo que trate de defenderlas cuando están recibiendo una monumental paliza de parte de su pareja, ex-pareja o lo qué sea. Como tampoco entiendo que los medios de comunicación, hambrientos de audiencias sean capaces de pagarles para que insulten a una persona que hacía lo qué su conciencia le dictaba. También me pregunto dónde están las opiniones de las feministas de pro cuando escucharon a cierta persona descalificar a un ciudadano cuyo único interés era salvar la vida de una mujer. ¿Por qué callaron? ¿Acaso la igualdad está en decir que existen miembros y miembras de la sociedad? ¡Venga ya! No seamos más hipócritas ni falsos. No se puede tratar de erradicar la violencia machista mientras se tolere, permita o fomenten valores discriminatorios, mientras no se eduque en igualdad, mientras se calle cuando una mujer diga que por qué se mete en una pelea. Oiga usted, que se hace para evitar que dentro de un tiempo esté en las estadísticas de mujeres asesinadas. Para salvarle la vida. ¿Acaso eso no merece un reconocimiento o un agradecimiento? Pero bueno, mientras se siga permitiendo el poder del macho -que no hombre- seguiremos teniendo un mundo lleno de cabrones, canallas y ciudadanos.

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