sábado, 3 de octubre de 2009

Poema a Mamá

Los días pasan lentos
y no dejo de notar tu ausencia,
no dejo de extrañar tu presencia
que me hace añorar tantos momentos.

Un año transcurrido ya
Un año sabiendo que ya no estás.

Lágrimas por tu vacío
Lágrimas por tu recuerdo.

Sonrisas de nostalgia
por los momentos vividos.
que ya no se volverán a dar.

Un año transcurre sin tí.
Un año pasa sin tí.
Gracias, Mamá.

viernes, 2 de octubre de 2009

Mejor dejarlo estar

Tras leer, releer y repasar el último artículo del señor Molina Foix donde trataba de explicarse con respeto a su polémico artículo Dibujos animados, en el cual desprestigiaba, insultaba y vapuleaba de forma gratuita al tebeo y el cine de animación, esta semana ha dado su nueva visión sobre el tema. Lejos de pedir perdón por la sarta de improperios proferidos por culpa de su desconocimiento, analfabetismo e incultura, nos dice que quiere tratar de explicarse, pero no sólo no argumenta el porqué de tanta falacia o insulto, sino que no aporta absolutamente nada nuevo a sus muy irrespetuosas palabras. Lejos de apostar por una cultura donde existan todo tipo de manifestaciones artísticas, sigue insistiendo en esa competición de homenajes merecidos entre Ionesco o Boris Vian y Astérix, porque así lo opina y no hay más que hablar. Si bien me parecía triste, a la vez que ignominiosa la primera columna, ésta secuela, que no explicación, no es más que una apología de la zafiedad y la tontuna, tal como define él en la última línea de sus columna, que, en mi opinión, mejor no hubiese redactado, puesto que no hace más que demostrar cuan inculto se puede llegar a ser, por muchos años que se lleve escribiendo en periódicos, se tengan libros publicados o se hayan obtenido premios literarios.

jueves, 1 de octubre de 2009

Reflexiones sobre la felicidad

Hace unos días que vi una frase no sé dónde que decía que ser feliz entre gente infeliz te hacía sentir culpable, la cual soy incapaz de compartir, pues veo como un acto de egoísmo si es difundida o una ausencia de autoestima preocupante. La felicidad, al igual que la tristeza, el amor o el desamor es una suerte que nos toca vivir y disfrutar. Renunciar a ella porque hay gente que no la conoce o ya no la tiene está muy lejos del sacrificio y muy cerca del padecimiento, ya que es un error pensar que no es justo ser feliz porque el mundo está lleno de padecimiento. Son pocos los momentos que podemos disfrutar de esa plenitud, que nos viene regalada por el destino, los dioses, Dios o como queramos llamarlo, y como tal, lo justo es aprovecharlos, pues es imposible saber cuánto durarán o cuándo volveremos a ser obsequiados de esa maravillosa forma. Pensar que no es merecida porque hay padecimiento destruye la autoestima, fomentando la depresión, esa enfermedad que acaba con la felicidad y hace que el mundo sea un lugar más insoportable de lo que es. En estos momentos, con lo poco -o mucho, según se mire- que tengo yo soy feliz, y no me da la gana de sentirme culpable porque hay gente que no tiene esa suerte. Faltaría más.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Cultura del tebeo

O cultura de la lectura, pues aquí en España se sigue pensando que leer tebeos es algo infantil, tal como según ciertos neanderthales que van de intelectuales se empeñan en demostrar con el insulto fácil y la chabacanería. Como bien sabes, querido lector, querida lectora, hace cuestión de un mes que regresé de Francia, donde estuve de vacaciones. Tanto allí como en Bélgica, su cultura literaria les hace ver los cómics como una obra más, a la altura de Victor Hugo, Sartre o Julio Verne. Conozco a unos cuantos franceses y francesas que, si bien no son amantes de la viñeta, no dudan en recomendar la lectura de según qué obras. Y eso me parece de una madurez cultural y lectora envidiable a la vez que encomiable, pues aquí nunca sucederá, desgraciadamente, ya que somos minoría los aficionados a la viñeta, mal que nos pese. Y si empieza a introducirse el gusto entre públicos que tradicionalmente no conocen el cómic, viene cualquier cantamañanas y les desanima.
Sinceramente, en vez de potenciar que la sociedad deje las telenovelas, la telebasura y los contenidos agilipollantes e idiotizantes, se dedican a mostrar lo malo de los tebeos o los juegos de rol. ¿Por qué nadie mete mano en lo anterior? Hagan una sociedad más culta, que lea lo qué estime conveniente, pues no importa si un libro tiene tres mil páginas sin una sola ilustración o si está plagada de ellas, o si hay un matrimonio entre los dibujos y la historia. Lo importante es que se lea. Lo demás son añadidos.

martes, 29 de septiembre de 2009

Astérix ciencuentón


Dicen que no hay mal que por bien no venga, y en esta ocasión, ha sido así. La cantidad de improperios escupidos por el señor Molina Foix sobre el que ayer di mi opinión, me ha servido para preparar esta entrada, pues el personaje Astérix ha cumplido el medio siglo, con el mismo argumento, sin envejecer. Cincuenta años después, los Galos resisten al invasor, y siguen siendo tan divertidos como cuando empezaron, aunque mucha gente piense que con la muerte de Goscinny se perdió la chispa. Convertido en un símbolo de Francia, más allá del tebeo, el Galo ha visto innumerables adaptaciones al dibujo animado, y tres visiones en imagen real, la última bastante desacertada. Incluso la Historia, esa que se escribe con mayúsculas no sería estudiada con el mismo rigor sin preguntar por la Aldea Gala, esa que en el año 50 a. de C. resiste por ahora y siempre al invasor. Sinceramente, había olvidado esta efeméride porque para mí, Astérix siempre ha estado ahí, y espero y deseo, de todo corazón, que siga ahí siempre. Por eso, desde estas líneas, este Friki Reflexivo, les desea de todo corazón a Astérix, su inseparable Obélix, Idéafix y demás personajes creados por el genio de Albert Goscinny y René Uderzo un muy feliz cumpleaños.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Polémicas palabras


Una vez más, como viene siendo habitual en mí, me entero tarde de la sarta de improperios que un tal Vicente Molina Foix suelta sobre los tebeos y quienes los leemos. Con un orgullo inusitado sobre su desconocimiento del tema, define al profesional de la viñeta como un dibujante de monigotes, dándose alardes de intelectual cuando nombra no sé cuántas obras de la literatura que cumplen años y de las que nadie se acuerda porque Astérix cumple 50 años 0 Tintín se convierte en octogenario este año, valga la redundancia, escupido, que no escrito, desde el orgullo de desconocimiento. Fácil y tentador es insultar, como he visto en otros medios, o tratar de demostrar que los tebeos no son de niños a través de ejemplos como Maus, Question, V de Vendetta, Paracuellos, Watchmen o no sé otros cuantos, pero, mucho me temo, que sé que va a ser gastar saliva, o en este caso rellenar letras y palabras que no van a llegar a ningún lado. A estas alturas de la vida, con más de cuatro lustros coleccionando y amando un género con el que descubrí el placer de la lectura, desarrollé mi imaginación y tuve mis momentos más personales, lo único que se me ocurre decirle a alguien cargado de prejuicios que invoca la libertad de gusto para explayarse a gusto con quienes no compartimos sus gustos y somos más abiertos de mente que él, a la vez que más inteligentes, es aquella frase que Su Majestad le espetó a Hugo Chaves en cierto momento: ¿Por qué no te callas?

Destino Woodstock



Con su particular visión del cine, Ang Lee nos transporta al fin de semana en el que se celebró el Festival de Woodstock, en mitad del campo, en la América Profunda, lejos de la gran ciudad y la Gran Manzana que es Nueva York. En el verano de 1969, Elliot, que trabajaba como decorador en Greenwich Village, en Nueva York, se ve obligado a regresar al pueblo para salvar el negocio familiar, El Monaco, un cutre motel que está a punto de ser embargado por el banco.
Durante cerce de dos horas, Ang Lee nos transporta a aquel fin de semana de mediados de agosto de 1969, enseñándonos los preparativos del montaje y posterior celebración del mítico festival. Con algún guiño la película de Milos Forman Hair(uno de los organizadores viste como Berger) y rodada con estética de documental, Destino Woodstock es de esas películas que, si bien dista de ser una obra maestra, porque no lo es, entretiene y hace reflexionar sobre una época en la que el movimiento pacifista se desarrolló de una forma importante, un tiempo donde la Paz era una prioridad, y no el rechazo a las guerras. No quiero decir con esto que tiempos pasados fueron mejores, porque cada época tiene su momento. Sólo quiero reflexionar sobre esa falta de ideales, buenas vibraciones y buen rollo. Me pregunto si alguna vez volverá a repetirse aquel despertar pacífico, aquella revolución sin armas ni violencia, donde el amor inundaba el pensamiento y la masa sólo quería felicidad.