sábado, 12 de septiembre de 2009

Pecado de Condenación

Oscuridad. Silencio. Sólo interrumpido por los ruidos del engranaje del pecio espacial donde hemos sido teletransportados. Nuestra misión es clara. Debemos exterminar a los tiránidos que se ocultan entre las chatarras de lo que fue un acorazado imperial, que hoy vaga sin rumbo ni dirección en la inmensidad del espacio. Activada la visión nocturna, tengo la sensación de que estamos siendo vigilados. Incluso siento la respiración alienígena en mi nuca, algo improbable e imposible porque las armaduras tácticas dreadnought lo impiden. Escucho el rugir de un bólter, seguido de un inhumano grito. Ya queda uno menos. Uno de mis hermanos ha acabado con un genestealer. Tengo una sensación extraña. Escucho algo. Miro a los lados. Parece que algo huye. Disparo a la oscuridad. Mis sensores advierten movimiento hacia donde yo estoy, y sigo descargando la munición de mi pistola. La Palabra del Emperador habla por mí. Es el único lenguaje que conocen estos alienígenas, que invadieron el Pecado de Condenación, nuestro acorazado. Estamos aquí, una escuadra de la Primera Compañía de los Ángeles Sangrientos, para rescatar y asegurar que podemos recuperar nuestro pecio... Demasiados siglos ha estado perdido...

Botellones, asaltos y juventud

No hace muchos años le preguntaba al padre de un amigo de la infancia si nuestra juventud fue tan irrespetuosa como la actual, cuando veía y comprobaba que la adolescencia actual no sólo estaba falta de unos valores elementales, sino que avasallaba al resto a base de insultos, humillaciones y vejaciones. Aquél hombre me decía que no, que nosotros podríamos ser traviesos, gamberros o revoltosos, pero nunca faltaríamos al respeto a nuestros mayores, salvo contadas excepciones que todos sabíamos. Si bien no quiero hacer alarde de tiempos pasados ni nostalgias que evoquen una época dorada que yo no viví, no puedo dejar de pensar en que esa ausencia de principios hacia el prójimo está demasiado extendida. No sé quién será el culpable de ello, si la permisividad, si el sistema o si la culpa recae en quiénes educan y enseñan, pero nos debería hacer reflexionar, sobre todo tras ver el asalto a la comisaría de Pozuelo, ya que esta extremada permisividad e impunidad de los menores hacía previsible esto, en una especie de crónica de una muerte anunciada que parecía que nunca iba a llegar. Se perdieron los valores humanos, y hay que recuperarlos. Los mayores y la autoridad se merecen un respeto, y no ser tratados como escoria o basura. Es necesario volver a inculcar valores de respeto hacia uno mismo, hacia el resto y hacia el medio ambiente, la ciudad. No está pasado de moda ser respetuoso con nuestro entorno, valga la redundancia. Sólo con una buena educación basada en la tolerancia y el respeto lograremos una sociedad mejor, con una juventud más implicada y no tan pasota, desmotivada y malcriada.

jueves, 10 de septiembre de 2009

No a la Guerra(segunda parte)

Me pregunto dónde están las voces discordantes con la guerra de Afganistán. Me pregunto por qué nadie sale a la calle al grito de No a la guerra que tantos intelectuales y gente de a pie apoyaron cuando la invasión de Irak. Ahora, en territorio afgano, nuestras tropas se ven obligadas a disparar para defenderse, poniendo en peligro sus vidas, existiendo la posibilidad de regresar a España dentro de una bolsa, recibiendo homenajes a título póstumo. Y nadie dice nada. Nadie piensa en esa madre que pierde a un hijo, en esa viuda con hijos huérfanos. ¿Qué pasará cuando esto suceda, cuando mueran combatientes y no en accidentes? ¿Quién osará ponerse la pegatina que tengo en el blog? Claro, como es una guerra legal... ¡No me toquen los cojones! Tan ilegítima fue la guerra de Irak como esta contra los talibanes. Sólo la paz merece ser calificada como legítima, y es hipócrita callar, apoyar el envío de tropas. A ver si nos enteramos de una vez por todas que el soldado que va allí no lo hace en misión humanitaria, que su obligación es disparar si existe amenaza, y por tanto tiene órdedes de matar si su vida corre peligro. Ahora nada tiene que ver la leva que estaba en el Golfo Pérsico con la que ocupa el territorio de los talibanes. Ahora hay que gritar con más fuerza NO A LA GUERRA.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Fábricas de aprobados

A veces me sorprendo del nivel intelectual de la gente, de su conocimiento, de su inteligencia, o mejor dicho, de la ausencia de las mismas, sobre todo si esas personas poseen carreras universitarias o títulos obtenidos en las mismas. Su única aspiración es obtener el aprobado y terminar los estudios. Punto. No hay más, y creo que eso es un gran error, ya que no se aprende absolutamente nada, lo que hace que hablemos de una figura: el analfabeto universitario, alguien exento de motivaciones, que sólo lee las biografías obligatorias, hace acto de presencia, que no asiste a conferencias, por el certificado que se expide estudia para pasar su examen y nada más. No pretende ni quiere otra cosa que no sea pasar de curso. Ciertamente puede ser comprensible por la capitalización de las Universidades, convertidas en empresas que venden asignaturas, comerciando con las ilusiones de aquellos y aquellas que quieren aprender, pero eso es otro tema del que hablar. Valoro con una gran tristeza esta desenseñanza y esa falta de ganas del alumnado, y que profesores y profesoras con ganas de enseñar arrojen la toalla en un sistema que sólo valora el título y no el conocimiento, enfermo de una titulitis que no valora la experiencia, pues sólo le interesa la cantidad de diplomas de la gente. Supongo que es más interesante y productivo crear borregos, universitarios o no, que hacer una sociedad más sabia, más inteligente y más preparada. Aún así me sigo preguntando ¿Por qué se teme tanto el conocimiento?

martes, 8 de septiembre de 2009

La cara 'B'

Leía el otro día que la famosa cara b de los discos sencillos estaba en peligro de extinción, pues la gente compraba las canciones en Internet, y no prestaba atención a otros temas. Si bien esto es cierto, y he hablado con amistades que trabajan dentro del negocio de la música, que me explicaban que era el retorno del single, y que la gente iba a comprar las canciones que le interesasen, esas rarezas que venían, versiones maxi o cualquier otro experimento, se puede convertir en regalos colgados en su página web, para su descarga gratuita y legal, sin polémicas, pues las otras canciones han sido tradicionalmente eso, obsequios de los cantantes y grupos hacia sus fans. Pero claro, la industria( y en consecuencia la SGAE) no está dispuesta a renunciar a los beneficios que generen las descargas, criminalizando cualquier intento de compartir música sin pasar por caja. Quién hable de la muerte de la cara b de los singles no sabe lo qué se dice, pues al igual que con los blogs, lejos de estar en peligro de extinción, resurge con muchísima más fuerza, con más calidad y sobre todo con la ilusión de compartir aquello que el artista nos quiere mostrar, al margen de negocios, ventas o cualquier otra forma de entender la música como algo que sólo cuesta dinero, algo que sólo tiene un precio y no un valor.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Gamer



Reconozco que llego a esta película con bastantes reticencias, obligándome a ir al cine para combatir la rutina y desterrar el aburrimiento de una de esas tardes de domingo que tanto hastío me provocan.
Gamer nos presenta una sociedad futurista donde los juegos de simulación son llevados al extremo, y la gente controla a personas, en vez de personajes, con el beneplácito del Gobierno y la sociedad, en un futuro despiadado en el cual sólo tienen derechos aquellos que tienen una posición social determinada. Pese a que el argumento resulta atractivo, se queda a desarrollar, pues en una hora y media es imposible desarrollar los personajes, ni las motivaciones, resultando forzada la acción. Pienso que sería positivo desarrollar una serie basada en esta película, ya que se presta a ello, ya que son muchos los argumentos paralelos, los personajes en la historia, y no solo Kable(Gerard Butler).
Da qué pensar que esta película se haga realidad, pues la sociedad está extremadamente informatizada, y a la vez aislada. A su vez hace un reflejo del extremado consumismo, y de los valores basados en el dinero y el poder. Si no posees alguno de éstos, no tienes derecho siquiera a elegir tu vida. Es ciencia-ficción, pero a realidad se va haciendo cada vez más real, como tantas veces te cuento, querido lector, querida lectora.

El Hermano Fausto

Nadie conoce los secretos ocultos en la Torre, allí donde los Ángeles Sangrientos son condenados y recluidos si no se reunen con Sanguinius, el Primarca, cuando vuelven de la batalla sin haber concluido su misión, sin haber entregado su vida. En Baal resuenan los ecos de los lamentos de la prisión, pero nadie conoce la historia de Fausto, el hermano gemelo de Mephiston, El Señor de la Muerte. Son muchos los rumores que hablan de un ser idéntico al anteriormente conocido como Calistarius, mas ni imaginaban que Fausto fuese la encarnación de un sanguinario codiciario perteneciente al Librarium. Su fiereza era tal que abatía a sus enemigos desde el aire, puesto que portaba retrorreactores que comparaba con las Alas de Sanguinius. Había sobrevivido a la rabia negra y no vestía los colores de los bibliotecarios, porque el era un Ángel Sangriento. Fausto adoraba a Sanguinius y al Emperador, pero actuaba por el bien del Imperio, guiado por el Primarca Alado, cuyas órdenes decía obedecer, cuya misión le fue encomendada en una visión que revivía los tiempos de la Herejía, cuando éste se enfrentó al Architraidor Horus.