sábado, 27 de junio de 2009

Semana trágica


En el mismo día nos abandonaban Farrah Fawcett y Michael Jackson. Dos estrellas que se apagan para dar paso a la leyenda. Permíteme, querido lector, querida lectora, que hablo sólo de Michael Jackson, por los motivos que bien sabes ya y que tanto me cuesta... Aprendí a disfrutar de la música de Jacko gracias a un gran amigo en todos los sentidos: Juan Tomás, nuestro Juanín, que bien sabrás lo de su grandeza. Poca gente he visto tan admiradora de algo o de alguien, y gracias a ese interés descubrí a un gigante con pies de plomo, a un frágil hombre cargado de miedos, incapaz de aceptarse por las historias de un pasado y el robo de la infancia. A mí siempre me cayó bien Michael Jackson, y siempre lo admiré, tanto a nivel profesional como personal, y su muerte supone un mazazo, y un deseo de que los desalmados no se lucren con la muerte de este niño grande, al que le robaron su infancia. De su música poco se puede decir que no se haya dicho ya, así que poco puedo aportar. Quiero terminar este óbito con el recuerdo y la memoria de alguien que pedía ayuda a gritos, que nadie escuchaba porque sólo veían sus éxitos. Descanse en paz.

jueves, 25 de junio de 2009

Actos de prepotencia y poca vergüenza

Si bien ayer rendíamos un póstumo homenaje a un hombre bueno, como fue Vicente Ferrer, hoy quiero hablar de un tema que lleva varios días circulando, y que no sobre el cual no he querido opinar abiertamente hasta hoy, pues no era de vital importancia ni su trascendencia podía cambiar el curso de la Historia. Se trata del fichaje de Cristiano Ronaldo, por parte de Florentino Pérez, actual presidente del Real Madrid, algo que carece de posibles definiciones y cuya inenarrabilildad sólo es comparable al nivel de vergüenza, ética y solidaridad con la ciudadanía. En unos momentos de incertidumbre, de desasosiego y terror por no saber a qué futuro se enfrentan muchas familias, llega un empresario falto de escrúpulos y paga 95 millones de euros por un deportista cuyos méritos son pegarle patadas a un balón y disfrutar de la compañía de señoritas cuya tarifa no baja de los 2500 euros. A este señor, eso de la crisis le importa bien poco, por no decir nada o una mierda, pues él no la sufre, enviándonos el mensaje de mira cuánto tengo, y tú eres un muerto de hambre, imbécil. No tiene ningún respeto por absolutamente nadie, salvo por el dinero, y eso no debe ser permitido, ni por la sociedad, idiotizada por tanta distracción absurda de la telebasura, ni por los poderes políticos y/o sociales, entretenidos en acusarse mutuamente de la mala gestión de la situación actual y que deberían investigar de dónde sale esa ingente cantidad de efectivo, pues hablamos de más de 1500 millones de las antiguas y añoradas pesetas. Pero claro, es fútbol, el circo del siglo XXI, y no interesa clarificar las cosas. ¿Hasta cuándo?

miércoles, 24 de junio de 2009

Adiós a un hombre bueno


La muerte del cooperante Vicente Ferrer supone un mazazo para este mundo exento de solidaridad y buenas intenciones, a la vez que cargado y sobrado de materialismo, egoísmo y vilezas. Durante más de 50 años, la labor de Vicente Ferrer y la fundación que creó, que lleva su nombre, se volcó con los más necesitados, con los excluidos socialmente en la India, haciendo una labor inigualable y necesaria. Recuerdo que, hace unos años, lo invitaron a un programa de televisión en España, declinando la invitación, porque necesitaba que ese dinero fuese a cosas más necesarias, como la lucha contra la pobreza y otras injusticias. Ciertamente, queda su fundación, su viuda y sus hijos que continuarán con el legado comenzado hace más de medio siglo. En este mundo podrío u sin ética, del tanto tienes, tanto vales, de galerías de fachadas relucientes con oscuras trastiendas, de dictaduras de la felicidad, la partida de las buenas personas se hace más pesada y el vacío más amplio y difícil de sobrellevar. Ciertamente, Vicente Ferrer nos ha dejado a los 89 años de edad, pero queda su legado, su obra, y gente que la continúe. Eso es lo qué cuenta, lo importante, y no tanto materialismo y apariencias.

martes, 23 de junio de 2009

Preguntas a un abertzale

Este fin de semana ETA ha vuelto a matar a un inocente, en nombre de no sé qué causa. Un padre de familia que no verá crecer a sus nietos, ni paseará junto a su mujer por las calles de Arrigorriaga cuando se jubilen. ETA vuelve a poner en el punto de mira a un inocente, a alguien que piensa diferente a ellos. actuando y demostrando lo qué son, unos cobardes asesinos que sólo son capaces de matar por la espalda. Hace unos días tuve una conversación con una mujer del entorno abertzale, de la izquierda radical vasca, viéndome obligado a interrumpir dicha conversación porque no podía hablar con una persona que me decía que condenar los atentados era políticamente correcto. Pero esta vez, quiero preguntarle a esos asesinos, a esos que sólo entienden el lenguaje de las armas y de la muerte. Quiero preguntarles por qué es políticamente correcto condenar el asesinato de un inocente. Quiero preguntar por qué las libertades están secuestradas por el miedo en el País Vasco. Exijo que me respondan por qué no muere ningún esbirro de la izquierda abertzale a manos de ETA. ¿Por qué se amenazan a las personas que quieren vivir en paz y en tolerancia? ¿Por qué no se dejan de demagogias? ¿Por qué van de víctimas los asesinos, los verdugos? ¿Por qué los asesinados no se merecen un homenaje? ¿Por qué son tan hijos de puta?