sábado, 26 de septiembre de 2009

Más zombies

Aquella oscura noche nos reunió en la casa abandonada, huyendo de aquellos zombies que desde hace días nos asolan, en su constante marchar sin detenerse. Apenas quedan provisiones, y la munición escasea, con lo que salir con vida de aquí era tarea difícil, por no decir harto improbable. Pero no iba a desfallecer, viendo a la gente que estaba a mi lado. Sabía que debía hacer algo, y se me encendió la bombilla. Pensé que podría amedrentar a aquellos muertos vivientes asaltándolos. Pero debía ser de una forma especial, así que opté por crear un ser invisible, de esos que veía hace años en las plazas, los mimos que parecían hombres invisibles. Sería mi victoria. Ese mascarón de proa de los antiguos barcos. Coloqué una estatua sin cabeza, pero con sombrero, que parecía moverse, y su perro, para salir a escapar de aquellos putrefactos cadáveres que se movían con una lentitud increíble.

Un momento... ¿Qué hago yo escribiendo este relato sin sentido? Recordatorio para otra ocasión. Sólo se puede ver UNA película de zombies al día. Todo lo qué pase de ello es perjudicial...

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