viernes, 18 de septiembre de 2009

Animaladas

Algunas tradiciones son unas salvajadas, sobre todo si se maltratan animales y se les tortura hasta darles muerte.Afortunadamente, cada vez van siendo menos los sitios donde se mantienen dichas celebraciones. El enfrentamiento entre vecinos y defensores de los animales siempre resulta irreconciliable. No obstante, me gustaría llamar la atención sobre estos últimos, puesto que a veces el excesivo celo que guardan hacia estos pobres seres indefensos choca frontalmente con actitudes que dejan mucho que desear. No hace mucho veía a una persona militante de no recuerdo(o no quiero recordar) qué organización, de esos de chapa, grito y actitud cómo abandonaba a su mascota. No es que la dejase en una gasolinera. Sencillamente, pasaba de su pobre perro, que lloraba desconsolado pidiendo una mínima muestra de afecto. Cuando le informé de la actitud del can, su respuesta fue: Que llore... A mí qué más me da. Como mi intención no es educar ni enseñar a nadie, tan sólo me acerqué y le dí un poco de cariño que necesitaba el perro. No lo entiendo. No sé por qué se trata de defender la abolición de una tradición cruel, y después se pasa del compañero fiel que se compra porque es un capricho. La defensa y el trato justo y ético deben ser divisas para todos y cada uno de los animales, no para los de lejos, que reemplaza la lealtad del que vive en casa. Es curioso. Tanta defensa, tanto grito de crueldad por unos estocazos, y nadie critica los estocazos y maltratos psicológicos de nuestras mascotas... No lo entiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión es importante