miércoles, 25 de marzo de 2009

Cuotas de pantalla, doblajes y odios

Si hay algo que todavía no termino de entender es la utilización del lenguaje como arma arrojadiza y semillas de odio. Hace años que voy viendo las diferentes polémicas con las traducciones y doblajes de películas bien al castellano, bien al catalán o a cualquier otro idioma. Cuando en España gobernaba un señor bajito y con bigote, existía una censura clara, que nada tiene que ver con la sutil actual a la cual llaman lo políticamente correcto o eufemismo, y eso obligaba a doblar las películas desde principios de los años 30, ya que antes cada película se grababa tantas veces como países se distribuiría. Con estos doblajes, excelentes todos, se perdía la frescura y se trataba de imponer la idea del dictador, y el idioma castellano, si bien hoy se dobla por una gran tradición de generaciones de actores de doblaje. Hoy las tornas se vuelven, cuando se trata de imponer una cuota mínima de pantalla, obligando e imponiendo las diferentes lenguas cooficiales de España, lo cual hace que el idioma sirva para distanciarnos, en vez de unirnos. Llevo muchos años aprendiendo idiomas, y lo que más me enriquece es la apertura de mente que dicha enseñanza me aporta, la cual sirve para enriquecerme personalmente. Y por eso me da pena este empobrecimiento de la cultura, por culpa de odios generados porque nadie se asemeja a quién tiene al lado.

2 comentarios:

  1. Si todos fuesemos mudos,y solo con los ojos hablasemos, somos tan sumamente idiotas que inventariamos miradas para cada distinto territorio, los del norte mirarian de reojo,los del sur de soslayo,los del centro cerrarian los ojos y el resto seguiria ciego.Ninguna región miraria cara a cara.Eso es de cobardes.

    De nuevo aqui, unos días de meditar.

    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Bienvenida de nuevo, genetticca...
    Besos

    ResponderEliminar

Tu opinión es importante