domingo, 22 de febrero de 2009

Otomo, el ronin

Llamadme Otomo, ronin apátrida, que dejó morir a su señor y vaga por las provincias del Japón, en busca de la redención que la muerte le niega. Mi espada estará a vuestro servicio, mas mi alma sólo pertenece a los dioses y a mi Señor. Mi camino será largo, pues debo expiar mi culpa, y nada compensará la afrenta. Defenderé la vida de aquel samurai que necesite mi espada, a cambio tan sólo de techo y comida. Otomo, el Ronin. No deseo ni necesito otro nombre, pues no lo merezco. Cuando recupere mi honor estaré junto a los dioses, protegiéndolos. Esa es la historia de un ronin, aquel samurai que perdió el honor al no poder defender la vida de su maestro, su protegido, la historia de aquél que no es merecedor de la muerte, que no es merecedor del honor. Ronin, palabra maldita, palabra prohibida. Sin armadura, sólo con mi espada recorro las fértiles tierras japonesas, las yermas tierras niponas. Sobrevivo de lo qué da la tierra, de la caza que me ofrece la naturaleza. Así hasta el fin, así hasta purgar mi error, mi deshonor, mi deshonra. Esa es la vida de un ronin, aquél que no puede aspirar a más. Aquél que no puede pedir más.

5 comentarios:

  1. Bueno,bueno...
    Asi andan las cosas en la vida de Ronin.
    Pues si para saldar tal deshonor se pasa la vida defendiendo el de otros y ayudando,menudo Karma.
    Y cuando se supone que lo recuperará? Cuando encuentre una hazaña muy dificil o cuando tenga suficiente valor para admitir que
    la hazañas han caducado?

    Venga guerrero, que el amor con amor se paga y a veces es mejor no cobrar.

    Un beso

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  2. De Ronin a Ronin te digo que al final podrás encontrar la paz de espírito. Guarda la espada (mas no la abandones), dá fin a tus aventuras y vete a tierras lejanas donde empezar de nuevo, quizás con una buena mujer, quizás con lo que dé la tierra. Más nunca olvides lo que eres y lo que aprendiste, algún día quizás tengas que volver a pelear. Hasta entonces, disfruta de tus aventuras.

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  3. Perdonad hermano del camino, el honor que perdisteis sera restablecido, la diosa Amateratsu asi dispondrá si en vuestro caminar encontrais a aquel que con sabias palabras vuestra espada guiará, dejad que el viento os lleve sin direccion al guna, dejad que la luz del sol ilumine vuestro sendero, dejad que la tierra se sienta hermana vuestra, dejad que el agua os purifique, y dejad que el fuego os hable en las frias noches, donde los espiritus vagan para dejar su halo en aquel humano que quiera escucharlos. Hermano del camino seguidme pues, vuestro destino acaba de comenzar.

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  4. Veremos cómo desemboca este primer apunte, genetticca.
    Besos.

    Gracias, dezaragoza por el consejo...
    Hoy sucedió esa emigeación.
    Un abrazo.

    Todavía no, pero no dejan de aconsejármela, emigrante.
    Un abrazo.

    Interesante continuación, amigo Jass... Hablaremos...

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