sábado, 29 de noviembre de 2008

Monstruos en la catedral

Barcelona, 6 junio de 1926

La noche se cernía en la Sagrada Familia, mientras Antoni Gaudí paseaba por el interior de sus muros. Aquella oscura noche de los últimos días de primavera de 1926 era silenciosa en una ciudad que empezaba a crecer. Los pasos lentos pero firmes del arquitecto resonaban en la inmensidad de aquel templo, cuyas sombras eran proyectadas por el reflejo de la luna, formando las más extrañas y aterradoras formas que la mente humana era capaz de imaginar. De haberse adentrado cualquier intruso, inenarrables temores e indescriptibles terrores le hubiesen invadido, paralizándole, incluso robándole la vida, pero allí estaba Antoni Gaudi, su creador, observando la inmensidad de su obra. Un susurro interrumpió sus meditaciones, llamándole por su nombre y destruyendo su tranquilidad. Notó que era observado, sintiendo que el calor de aquella primavera desaparecía para tornarse en un gélido clima invernal que le acariciaba como si de una fogosa amante se tratase, aunque sus manos distasen del calor que una mujer pudiese regalar. Trató de dormir, pero sus sueños eran invadidos por monstruos tan reales que nunca distinguió si se trataba de un sueño o la realidad, pues cuando fue atropellado horas más tarde por un tranvía, parecía huir de algo que le perseguía...

(Continuará)

Volviendo a rolear

Hace años que no jugaba al rol, y era algo que estaba deseando hacer. Quizá mi última partida fue en el año 93, aunque nunca abandoné la afición. Recuerdo que me especialicé en Fanhunter, y hace poco lo retomé, a la vez que empezaba a estudiar el reglamento de Fanpiro. Me reconozco más jugador de rol que de wargames, o juegos de miniaturas, faceta en la que soy un apasionado pintor, aunque no domine la técnica. Hace tiempo que estoy volviendo a flirtear con el rol, del tradicional, de ese que se juega en mesa con papeles y dados de mil formas y colores, en compañía de otros jugadores con los que se entablan lazos de amistad y la partida establecida es una excusa más para comparte una charla y unos momentos agradables. Recuerdo que cuando aquel escándalo salpicó los medios de comunicación, quienes adorábamos este hobby éramos satanizados y tratados de asesinos. Hoy las tornas han cambiado, e incluso el rol es aconsejado para problemas de autismo y socialización. Vuelvo a rolear porque me apetece mucho seguir aprendiendo, y sobre todo porque el rol es una forma de diversión como otra cualquiera. Espero que en esta segunda etapa pueda aprender a jugar a Dungeons & Dragons...

jueves, 27 de noviembre de 2008

Debut teatral post mortem


Hay hechos curiosos que merecen ser destacados a la hora de reflexionar, pues son tanto o más interesantes que las crisis, recesiones o mangoneos varios por parte de la banca y la clase política, que ya nos demuestran día a día que su trabajo es exprimir a los menos desfavorecidos para enriquecerse vilmente, y no representar al pueblo que los vota. Por eso hoy quiero hablar de André Tchaikowsky, un judío superviviente del Holocausto nazi, que murió en 1982. Su última voluntad expresaba que su calavera debía ser usada en representaciones teatrales, aunque en 1989 no pudo ser así porque otro actor pensó en el origen del cráneo y se desconcentró al mirar a los profundos ojos de un cráneo real, que nada tiene que ver con los de plástico, usados para aprender anatomía o el dibujo de la misma. Casi treinta años después de habernos abandonado, André Tchaikowsky vuelve a pisar los escenarios para representar uno de los más bellos personajes de la obra Hamlet, en una de las escenas más significativas de la obra. Es de los hechos más curiosos e interesantes que he visto en los últimos años. Sé de actores de cine que salieron tras su fallecimiento, por la magia de los efectos especiales, pero lo que nunca imaginé es que alguien que lleva años muerto, pudiese regresar a las tablas.

Rostros desconocidos, trayectorias famosas

Hoy, por primera vez en mi vida, he conocido el rostro de Jack King Kirby, uno de los creadores del Universo Marvel. Archifamosos son sus trabajos por su estilo personal y su genialidad, pero su cara era todo un misterio que hoy he descubierto en una exposición en un gran almacén que celebra actividades culturales a diario, posando de una forma que nada tiene que ver con su labor como dibujante de tebeos. Recuerdo que cuando conocí personalmente a Carlos Pacheco, no sabía cómo era, y fue una agradable sorpresa no reconocerlo hasta que él se presentó a las dependientas de la ya desaparecida tienda sevillana Elektra Cómics, la primera en la cual empecé a consumir vicio y subcultura.
Al contrario que en el mundo del espectáculo, que todo el mundo asocia una cara a un cantante, un actor o una actriz, detrás de las cámaras se hayan grandes guionistas, como el fallecido Rafael Azcona, discreto toda su vida, o escritores nada mediáticos y generadores de best-sellers que se pueden cruzar en tu camino y pasar totalmente desapercibidos por la ausencia de fotografías suyas. otras veces pueden estar tomando café a nuestro lado de una forma totalmente anónima. Otra de esas paradojas curiosas. Carreras celebérrimas y sus creadores totalmente anónimos.

martes, 25 de noviembre de 2008

Día de la mujer maltratada


Han elegido el día de hoy para dedicárselo a la mujer maltratada, esa víctima de unos machos que distan muchísimo de ser hombres, pues la someten, y en más de una ocasión acaban con su vida. Ya sabéis que es un tema sobre el cual suelo opinar muy habitualmente, ya que es necesario no caer en una neutralidad y un silencio cómplices. Mas no quiero dejar pasar que una mujer maltratada no se merece sólo un día, ni noticias en la prensa cuando fallece a manos de estos canallas, que podría definir con otra palabra que empieza por c, y no habría definido ni la ínfima parte de su miseria. Estos días deben servir para concienciar a quién no lo está de la importancia del rechazo social que debe tener la violencia de género, y que no entiende de clases sociales ni niveles económicos. A veces me canso de escribir sobre este tema, de repetirme una y mil veces, pero entiendo que hay que denunciar una y mil veces si es necesario. No debemos caer en la desidia ni el olvido, puesto que eso nos hace cómplices del maltratador y nos carga de insolidaridad con la víctima, esa mujer que se ve sola, sin absolutamente nada o con una gran carga de miedo, inseguridad o autoestima, causadas por un hombre que dijo amarla, cuando en realidad la veía como un trofeo de guerra. Como blogger, como escritor, y sobre todo como persona, diré una y mil veces que siempre tendré la voz levantada contra el maltrato a la mujer y la violencia de género. No olvidemos el teléfono 016. Puede salvar más de una vida. Aprovecho para ilustrar el post de hoy con una viñeta de mi amigo Carlos Azagra, al cual he pedido permiso para hacerlo y agradezco su dibujo.

Alcohol en las venas

No son pocas las veces que se comenta en reuniones que se tiene más alcohol que sangre en las venas, siempre en un tono muy jocoso. Sin embargo, hoy he visto cómo la crueldad más extrema ha llevado a una madre a inyectar alcohol de 96º en la sonda de su hija, una bebé de pocos meses. Mi capacidad de raciocinio se ve sobrepasada con hechos como éste, puesto que soy incapaz de comprender, y mucho menos de justificar, que una madre sea capaz de acabar con la vida de su propia descendencia, provocando que el destino vaya contra natura, ya que por todos y todas es conocido que no hay una palabra que defina al progenitor que entierra a su descendencia. Hace unos días se celebró el Día Internacional de la Infancia, aunque opino que todos los días deben ser recordados los niños y las niñas que sufren todo tipo de abusos, hambre o son usados como soldados para guerras de las que nadie habla porque no hay petróleo con el que negociar, por poner sólo tres ejemplos. Espero que tomemos conciencia y conciencia de que hay que proteger a la infancia y hacer que esas personas que empiezan a vivir puedan disfrutar de ellas, evitando que depravados o canallas se la roben, a veces a costa de su vida. Reflexionemos.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Ego te absolvo


Han pasado más de cuarenta años desde que John Lennon dijo que los Beatles eran más famosos que Jesucristo, y casi 28 desde su asesinato a las puertas de su casa de Nueva York. Alegando que una fanfarronada de alguien cegado por el éxito, l'Observatore, el diario oficial del Vaticano reconoce los méritos del músico de Liverpool, alabando la intemporalidad de la música del cuarteto británico.¡A buenas horas! Pero bueno, tan sólo han sido cuarenta años los que han separado aquellas palabras de su perdón, no como le sucedió a Galileo Galiei o Miguel Servet, éste último conenado a muerte por sus descubrimientos del sistema circulatorio, los cuales fueron perdonados por Juan Pablo II, más de cuatro siglos después de haber fallecido. Decía un amigo mío que odiaba los homenajes que se hacían después de muerto, porque los reconocimientos deben ser en vida, para poder ser disfrutados por quién los reciba. De todas formas, me alegro que hayan sabido rectificar, aunque hayan tardado. Lo qué espero es que no vuelvan a cometer grandes errores como la Inquisición o las masacres cometidas cuando trataban de evangelizar imponiendo el credo en las provincias de Ultramar o en otros territorios, asesinando y destruyendo a quienes no abrazaban sus ideas religiosas.