sábado, 24 de mayo de 2008

Sesión espiritista

Son muchas las tonterías que se hacen durante la adolescencia, la época en la que el descubrimiento empieza a mostrarse a todo el mundo, tenga o no preparación para el aprendizaje. Aquellos jóvenes querían conocer el ocultismo y los misterios que éste entraña de cualquier forma, por lo que decidieron visitar la biblioteca oculta de un castillo cercano. Aquel lugar tétrico y húmedo, contaba con la peor tradición legendaria de sangre y muerte que jamás se hubiese recordado. No era difícil escuchar o ver fenómenos extraños una vez se franqueaban las puertas del lugar. Aún así el valor o la temeridad les impedía volver atrás, y buscaron el libro que les serviría para su última travesura, planeada hasta el milímetro entre ellos y ellas. En el más sepulcral de los silencios buscaban algo, en aquella librería contenedora de los más extraños volúmenes, algunos piezas únicas. La caída de un libro les hizo gritar, pero no les amedrentó porque estaba decidido. La luz de una antorcha iluminaba los títulos de la biblioteca, y extrajeron el que les interesaba. Ya no urgía permanecer en el lugar, por lo que lo abandonaron con una celeridad contraria al tiempo empleado en la búsqueda de lo qué encontraron.
Pasaron las semanas, y todo seguía igual, como si esa noche no hubiese existido nunca, salvo en las pesadillas de ellas y los peores sueños de ellos. Eran 6, dos chicas y cuatro chicos conscientes del peligro que podían correr. Aquel día decidieron reunirse para realizar una sesión de espiritismo. El lugar elegido era una clase abandonada del instituto, que nadie usaba, en un día de celebraciones escolares. Entraron todos y todas, pero sólo cinco se sentaron a la mesa. Nadie sabía dónde estaba Eduardo, pese a haberlo visto ocupar la sala. Eduardo era un bromista agnóstico y ateo, que no creía en nada salvo en él mismo y sus íntimas partes, como le gustaba recalcar a todas horas. El silencio reinaba entre quiénes estaban en las sillas, en profundo silencio tan sólo interrumpido por las palabras de la invocación, dirigidas por aquel que hacía el papel de medium, que tuvo la genial idea de invocar a las fuerzas del infierno, y a uno de sus representantes, logrando que puertas y ventanas se moviesen a la vez, con un profundo grito que parecía salir de lo más profundo y oscuro del interior del averno, y haciendo que Eduardo se incorporase a la mesa, con la cara blanca como la pared y sin poder articular palabra. Todo aquel valor demostrado días antes no fue capaz de retenerles dentro del aula y les hizo huir, sin despedir al ser invocado. Días más tarde alguien comentó que por allí pasaba una sombra. Años más tarde sigue cerrada a cal y canto, puesto que uno de los profesores que imparte clases en aquel instituto estuvo allí, y sabe el secreto que a los demás costó la vida...

Rechace imitaciones


Las mil caras de la bestia

Haciendo una pequeña variación en el título de una famosa saga de Batman, quiero empezar a hablar de ese monstruo que ejerció de pediatra, y fue desenmascarado como pedófilo y pederasta, siempre hablando desde la presunción de inocencia, aunque su ordenador personal haya sido requisado con miles de fotos de abusos a niños. De cara a la galería su respetabilidad era incuestionable, incluso cuando estuvo a punto de ser trasladado, y se recogieron firmas para evitar su reubicación. Hace un par de días saltaba el escándalo, y la indignación estaba tan presente que podía notarse físicamente, e incluso cortase con un cuchillo, como la tensión reinante. A veces los monstruos tienen una amable apariencia física y de reputación, que oculta esa cara de horror y terror, llena de perversión. Detrás de unos amables vecinos, unos serviciales ciudadanos pueden encontrarse las personas con mayores cuotas de crueldad y sadismo. También reflexiono en los desprecios que se hacen a quién no está bien arreglado, tiene el pelo más largo de lo habitual o sus ideas están fuera de los cánones borreguiles de la sociedad monopensadora. Son vistos y vistas como bestias y su exclusión es tan habitual que no resulta extraña. Vivimos demasiado pendientes de la imagen y el culto al cuerpo, olvidando que el interior de las personas es lo que las hace grandes o miserables.

jueves, 22 de mayo de 2008

Panem et Circenses

Desde siempre, aquellas personas que ostentan el poder han querido tener a las masas controladas, distrayendo su atención con asuntos varios, para crear una capa de ignorancia y poder campar a sus anchas. En Roma se puso de moda el Panem et Circenses, es decir, Pan y Circo. En el circo romano se repartían hogazas de pan, para evitar las valoraciones populares en un Imperio decadente. Desde aquella lejana época, nada ha cambiado, y esos patrones son imitados constantemente. Ya sean dictadores, o su elección haya sido por sufragio, quienes alcanzan las cimas del poder o mandato se empeñan en hacer que el pueblo llano no piense, que no valore sus actitudes. Actitudes totalitarias llevaron a cerrar las universidades durante la primera mitad del siglo pasado, ya que era un hervidero de pensadores y agitadores, que instigaban a la revolución y a la ruptura de un orden preestablecido y unas tradiciones anacrónicas e injustas. En la época actual, donde ha sido demostrada la tiranía dictatorial, resultaría imposible e impensable cerrar las facultades y escuelas universitarias, por lo que se opta por desculturizar al vulgo con programas de televisión basura, apologías de incultura y mediocridad y otras historias. Hace unos días escuché hablar de la Ley de Calidad de la Enseñanza, que insta a los profesores a aprobar con un premio de 7000 euros cada 4 años, si reducen las tasas de suspenso. Conozco a parte de profesorado que anda sin moral, que les cuesta enseñar, y también sé de la picaresca española. Parte de ese profesorado, dos amigos míos, me comentaban que eso es un soborno en toda regla, y que no sólo aumentará el fracaso escolar, sino que reducirá el nivel de enseñanza y aprendizaje, forjando una generación de borregos y borregas manipulables por cualquiera con un nivel formativo más alto o más inteligente, ya que esto no sucederá en el ámbito de los colegios de élite. Desterrarán el conocimiento y la sabiduría, porque no les interesa que exista, y menos entre el pueblo llano. Hagamos algo. Apoyemos a los profesores y profesoras, para evitar el avance del desconocimiento.

miércoles, 21 de mayo de 2008

28 (De vuelta a la cruda realidad)

Este es el número de mujeres asesinadas a manos de su parejas o ex parejas en lo que va de año. La última, María Rosa, tenía 39 años y fue asesinada a las 24 horas de tener la sentencia de divorcio en firme. Su ex marido no soportó que dejase de ser suya y le pegó un tiro. No terminó de enterarse que sólo fue su esposa, pero que nunca le perteneció. Hace unos días hablaba del flaco favor que hacía un juez, precisamente de Barcelona, al bromear sobre las declaraciones de un maltratador, contándolo como una anécdota. Y pienso que ese es el error. Hace falta consciencia social, educación en igualdad, y desterrar los sexismos (no sólo en el lenguaje) para que seamos todos y todas iguales en todos los sentidos. Es necesario hacer entender que el amor no es posesión, sino entrega, y que otra actitud es cualquier cosa menos amor. Mientras no seamos capaces de comprender esto que cuento, seguirán muriendo mujeres y hombres(los menos) a manos de sus parejas o ex parejas, y seguiremos haciendo correr ríos de tinta real o virtual a través de la noticia, la denuncia pública y el artículo o columna de opinión. Esto tiene que cambiar. Esto tiene que cambiar.

Lugares adaptados y arquitectos incompetentes

No son pocas las veces que muchas personas poseedoras de títulos universitarios nos demuestran su ignorancia supina, unida a la más profunda incompetencia e insolidaridad con el resto de los demás. El otro día estuve en un lugar público, totalmente adaptado para el uso de minusválidos, con un cuarto de baño acorde a las personas impedidas, sin barreras arquitectónicas, que sería perfecto de no tener el ascensor averiado desde tiempos inmemoriales, lo cual supone una falta de respeto a quienes tienen la movilidad reducida. Desde estas líneas, quisiera invitar a la reflexión a aquellos y aquellas que diseñan los edificios, para que no olviden que un ascensor se puede averiar, y tardar meses en ser reparado. Por eso ruego que se construyan lugares adaptados realmente, no siendo una barrera una escalera de tres pisos porque los elevadores no funcionan correctamente. Poco importa si los lugares son públicos o privados, si su capital de mantenimiento lo paga una empresa o nuestros impuestos, así como su gestión. Lo importante es que si alguien es incapaz de moverse quiere hacerlo no podrá, evitando así cualquier tipo de integración, sobre todo en las cosas más ínfimas y corrientes, que para el resto de la sociedad apenas suponen el mas mínimo esfuerzo u odisea.

lunes, 19 de mayo de 2008

La Muerte de Superman


Hace unos días, leía en un periódico gratuito que se iba a publicar la muerte de Supermán, por primera vez, tras lo cual, una sonora carcajada surgió de lo más profundo de mis entrañas, ya que este cómic fue una estrategia de márketing de finales de los 90, para relanzar un personaje que perdía adeptos y adeptas de forma vertiginosa. Ciertamente, ha salido un libro recopilatorio, con brazalete conmemorativo y demás que me gustaría adquirir, aunque no esté en mis prioridades, por estar editado años ha y reposar en una de mis estanterías desde su salida al mercado gracias a la extinta Ediciones Zinco, que poseía los derechos a finales de los 90. No entiendo cómo se puede tratar algo de novedoso, cuando se trata de un clásico, que traspasó las viñetas para hacer correr ríos de tinta de la prensa generalista, que le dedicaba sus portadas, y la radio y televisión sus preciados minutos. No han pasado tantos años de aquel evento relatado en formato de cómic o novela, tan fresco en la memoria colectiva, por lo que es imposible engañar al público aunque la persona encargada de redactar la noticia desconozca siquiera quién es Supermán, o haya leído un tebeo en su vida.

domingo, 18 de mayo de 2008

¿Te importa que fume?

El jueves terminé de asistir a unas conferencias sobre la web 2.0, muy interesantes, dicho sea de paso, en las que aprendí aún más sobre Internet y las redes sociales. Cada vez me recuerda esto más al Neuromante, de William Gibson, pero ese no es el tema a tratar. Entre tanta lección de tecnología, ciberantropía y demás cibercosas, me dieron una clase magistral de civismo y ciudadanía. Una vez terminado el evento, me dirigí a uno de los conferenciantes para preguntarle algo, éste me pidió permiso para encender un cigarrillo, argumentando que llevaba horas sin poder fumar. Mi respuesta, tolerante fue que no me importaba, que yo era fumador pasivo tolerante. Estoy acostumbrado a que me consulten si pueden hacerlo mientras comemos, entre plato y plato, o aguardar a amigos que no quieren molestar a aquellas personas que están tomando su ración en cualquier bar o tasca, pero lo sucedido el jueves me resulta algo novedoso, lleno de respeto y empatía, algo que tantas veces digo que es necesario en nuestra sociedad. Ojalá hubiese más personas así. Necesitamos que la tolerancia reine en este mundo podrío y sin ética.