viernes, 4 de abril de 2008

De aniversario


Hoy hace un año que fui expulsado de Wikipedia, lo que no significa que haya podido cancelar mis datos, pese a que lo intenté. Durante este tiempo he conocido la verdad sobre la enciclopedia, y debo decir, parafraseando a Sheakesperare, que algo podrido huele en Dinamarca. Es harto probable y probado que la Wikipedia carece de objetividad y rigor, y las entradas son susceptibles de ser manipuladas por cualquiera, que pretenda desinformar. Encontré artículos que hacían apología del nazismo, el terrorismo o cualquier otro totalitarismo. Los bibliotecarios actúan arbitrariamente, según su criterio personal, convirtiendo el proyecto en algo que, muy lejos de informar y servir de referencia como fuente de desconocimiento, sirve para que éstos desarrollen sus ideas cargadas de falta de respeto e intolerancia, bloqueando a los usuarios sin ser avisados, como fue mi caso. Desde estas líneas, vuelvo a solicitar ser dado de baja. No quiero que mis datos sean incluidos en sus archivos. Asimismo, les prohibo el uso de entradas sobre todos y cada uno de mis trabajos, actuales o futuros.

jueves, 3 de abril de 2008

Cuestiones políticas y deportivas

Ahora sí. Ahora sí voy a opinar sobre la represión china sobre el Tibet. Desde estas líneas, voy a boicotear los Juegos Olímpicos,a nivel personal, pues no creo que un país que pisotea las libertades individuales y ausente de democracia sea digno de representar unos Juegos que simbolizan todo lo contrario. Para mí es esencial que el Tíbet recupere su libertad de culto entre otras vilmente vilipendiadas y secuestradas. La religión no es ningún opio, y la ocupación tan larga que China mantiene sobre este territorio debe cesar de inmediato. Me avergüenza ver cómo son asesinados los monjes budistas y birmanos, que exigen al gobierno de Pekín libertad, y que éste los niega. Resulta anecdótico que a Grecia le robasen las Olimpiadas del centenario por un mero formalismo de infraestructura, y a China se las den sin entender muy bien los motivos. Como ciudadanos y ciudadanas de a pie, deberíamos boicotear esta vez los Juegos olímpicos dejando los estadios vacíos, no viajando al país asiático, y sobre todo, no viéndolos por televisión. Los medios no deberían informar. Sería la mejor forma de rechazar la férrea dictadura que allí se vive.

miércoles, 2 de abril de 2008

Humanidad

Como en tantas ocasiones, pospongo un tema para hablar de otro, pero esta vez no me pesa en absoluto hacerlo. Hoy tenía pensado hablar sobre los Juegos Olímpicos en China, pues pienso que es un tema que debería tratar en estas líneas, pero eso puede esperar, ya que hoy he recibido, junto a varias personas una lección de Humanidad de las que son necesarias en este mundo para hacerlo más llevadero. Como cada lunes y miércoles, regresaba de mis estudios de Francés, con varios de los periódicos que recopilo en el trayecto hacia la universidad, y que después ojeo y hojeo antes de entrar en clase, en un agradable y soleado día de primavera. Este hecho no sería destacable de no ser por algo que sucedió dentro del autobús que nos transporta hasta Los Palacios: una chica se encontraba indispuesta, y recibía atención de otros pasajeros, para ver si se mejoraba. En ese momento, el conductor, al que conozco desde tiempos inmemoriales, tuvo un gesto para con ella que cabe destacar aquí. Sin corresponderle entrar en el Hospital de Valme por los horarios, no dudó en entrar en dicho centro para que esta pasajera fuese atendida por personal sanitario, lo cual me pareció tan grande y tan humano que me siento obligado a destacarlo en estas líneas, y agradecerle su actuación ante esta situación tan comprometida. Gracias por esa lección de Humanidad. Gente como tú es la que este mundo podrío y sin ética necesita.

Opiniones

A veces me dan consejos sobre los post que día a día comparto con vosotros y vosotras. Unos me los dicen delante de una traza de café, o en una sobremesa, otros los recibo por email, y siempre los escucho y agradezco. A veces aplico los consejos recibidos, pues puede que sirvan para que el blog resulte más atractivo e interesante. Ya se sabe que cuatro ojos pueden ver más que dos. El otro día me sugirieron que opinase sobre temas más triviales, que el título no pegaba con las entradas, y yo respondo. ¿Acaso un freak debe vivir únicamente entre vicio y subcultura, alejado de la realidad y dentro de un mundo paralelo de baldosas amarillas? Yo pienso que no, y por eso me gusta analizar la realidad, con sus noticias agradables o no. Como buen freak, debo destacar las noticias que más interesantes veo y creo que el resto del mundo debe conocer, siempre desde el más absoluto respeto y con el menor interés en hacer daño. Reconozco que el día que Aquí hay tomate me explayé, pero eran años queriendo hacerlo. Tengo muchísimas ganas de seguir escribiendo, y compartir cada día estas reflexiones que, humildemente, escribo con la mayor ilusión del mundo. Tras tantos meses quiero agradecer vuestro apoyo. Es lo que me hace seguir adelante.

lunes, 31 de marzo de 2008

Prefiero repetirme a ignorar

Hace un par de días, un buen amigo, seguidor de éste nuestro rinconcito, me decía que me repetía muchas veces a la hora de postear, sobre todo cuando hablaba de violencia de género, pues opinaba que con una sola vez que lo hiciese, era suficiente, ya que quedaba clara mi postura. No hace falta que diga que le contesté que no iba a dejar de denunciar públicamente cada maltrato, con resultado de muerte o no. Nadie merece ser víctima de una agresión, y menos una mujer, y ni que decir tiene, que el agresor sea su pareja o ex pareja. Ayer murió una mujer, con tan sólo 43 años, la cual había sido amenazada por su asesino en más de una vez. ¿Cuántas veces volveré a preguntar lo mismo? ¿Cuándo dejaré de decir las mismas palabras una y otra vez? ¿Cuándo diablos entenderán que las personas no somos propiedad de nadie, y que una relación dura hasta que se termina? Estoy más que harto. Y no me importa repetirme. No quiero que la violencia de género ocupe un módulo o columna de apenas 10 líneas, pues ya se vuelve demasiado habitual... Basta ya, basta ya.

domingo, 30 de marzo de 2008

Tarde de domingo

Si hay algo que detesto es las tardes de domingo, ya que transcurren lentas y tediosas, sin poder hacer nada interesante, ni ver en la televisión algo interesante o que medianamente se deje mirar. Algunos domingos me entretengo pintando miniaturas o leyendo algún libro interesante, cuando no salgo a pasear o tomar un café, solo o en compañía. Poco importa en esos momentos que la soledad es escogida, y que el paseo te lleva a encontrar, que no buscar. Esos domingos son entretenidos y amenos. Pero hay otros que se plantean faltos de entretenimiento y distracción, eternizando el transcurso de los minutos para que se conviertan en horas. A pesar de lo qué detesto los lunes, estoy deseando que termine el día para poder recomenzar la semana con energía, pues estos días del sol tan aburridos motivan las ganas de hacer algo en los primeros días de la semana, aunque a la llegada del jueves por la noche y la mañana del viernes nuestro cuerpo y mente vuelvan a estar exhaustos y agotados por todo lo sucedido durante todo el tiempo transcurrido.

Relato de la Semana: Más apuntes para la novela de Warhammer 40000

Los rumores de la Sede de Sangre y la Rabia Negra nos trasladaron a mi personal y a mí a Baal, para poder efectuar una profunda investigación sobre el supuesto defecto en la semilla genética de los Ángeles Sangrientos. El calor de sus desiertos se notaba dentro de nuestra nave, pese a que los refrigeradores actuaban a máxima potencia y pleno rendimiento. Estaba deseando volver a la acción, El Emperador bien lo sabe, pues los últimos tiempos los dediqué a reponerme de mi anterior misión, de la cual sólo regresamos vivos mi piloto y yo. Es muy duro ver morir a tus compañeros de armas, tus amigos, tus hermanos, en una misión suicida a la que has sido enviado, y lo descubres cuando es demasiado tarde... Todo por las luchas internas entre inquisidores, que se odian y tratan de eliminarse con estas acciones. Siempre me he reconocido como un inquisidor de primera línea, de esos que adoran estar en primera línea de fuego, y no entre papeles, pergaminos y documentos. Ese es uno de los motivos por los que no tengo una posición más alta dentro de mi Ordos, pese a contar con grandes amigos y contactos, más que enemigos y detractores, en las altas esferas de la Muy Santa Orden de la Inquisición Imperial.
Estaba en mi mansión de Belis Corona, mirando por la ventana, meditando sobre aquella trágica misión cuando fui interrumpido por mi hermano en una de sus visitas sorpresa y relámpago. Nunca le gustaba dormir en casa, pese a ser invitado en cada ocasión que por allí pasaba, que no eran pocas. Él sabía cómo animarme, y las palabras a usar para que yo retomase la investigación de Baal, la cuna de los Ángeles Sangrientos. Aún así no era fácil dejarme convencer. El dolor y la muerte eran recientes, y necesitaba estar a pleno rendimiento para afrontar aquello. Me tomé mi tiempo, tras largas charlas regadas con una botella de amasec que habíamos comprado a medias no recuerdo dónde. Esta vez, antes de irse, me confió a uno sus sabios y un acólito, para ayudarme, siendo muy persuasivo. Subí a mis aposentos, y abri el armario, para ponerme el uniforme. Era el momento. Debía regresar a la acción...