martes, 11 de noviembre de 2008

La noche de los cristales rotos


Este domingo se cumplieron 70 años de un vergonzoso hecho sucedido en varias ciudades alemanas, cuando tropas de asalto y ciudadanos de a pie asaltaron los barrios judíos, destruyendo edificios y agrediendo a gente inocente, por el simple hecho de ser judíos. Todo ello con el beneplácito del gobierno alemán. Este hecho desencadenó, posteriormente, el holocausto judío, lo cual jamás deberá ser olvidado. Es necesario recordar la barbarie desatada, para que no se vuelva a repetir. Tenemos que seguir luchando contra el nazismo, fascismo o cualquier otra idea que siembre intolerancia o haga apología de la misma. Hay que alzar más de un grito contra la intolerancia, y sobre todo contra la indiferencia y el hastío, tan reinantes en la actualidad. No se debe tolerar que gente como Berlusconi bromee sobre el color de Obama o cualquier otra persona, anónima o no, y que trate de volver a crear guetos o registros de personas. Jamás me cansaré de repetir que antes que nada somos personas, y que la diferencia es lo que nos hace interesantes. Creo en una sociedad multicultural, donde la xenofobia, el racismo y el antisemitismo amén de otros odios sean desterrados de nuestros corazones, y por tanto de nuestro comportamiento. Construyamos entre todos y todas un mundo más justo, más tolerante, mejor, sin prejuicios ni odios por ser diferentes al resto.

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