domingo, 19 de octubre de 2008

Solidarios con el mundo, ignorantes de lo que les rodea

Ayer recibí un e-mail de esos que se mandan en cadena, para concienciarme de la matanza masiva de foquitas en Dinamarca, y para difundirlo por conciencia. A diario recibo decenas de esos correos a los cuales no presto atención porque nadie va a concienciarme de algo que sé y condeno, públicamente o no. Podría dejar pasar esto, y no darle mayor importancia, pero en ese momento sí quise hacerlo, ya que la remitente era una persona que me negó su ayuda y apoyo cuando más la necesité. Necesitaba reprochar esto, y me acusan de pasarme y de no conocer a alguien cuyo ideal de amistad se basa en el nivel económico, la imagen y el peinado, dentro del cual yo no encajo, ni deseo hacerlo. A veces es bueno decir las cosas y no callárselas. He de reconocer que mis palabras fueron muy duras, pero cargadas de una sinceridad que en aquellos momentos era necesaria. No creo pasarme cuando pido ser respetado como persona y como amigo, cansado de ser vilipendiado por una persona que, mientras yo la consideré amiga, ella sólo me trataba como a una dirección de messenger, y que sólo valora el exterior y la fachada del resto. Me acusó de no conocerla, y de estar equivocado en la opinión que tenía sobre ella, pero no es necesario profundizar mucho para conocer a alguien que durante años sólo envía emoticones y guiños al solicitar ayuda.

2 comentarios:

  1. y...sabes una cosa??? me parece estupendo. Hiciste bien en decirle lo que opinabas de ella, no solo porque sepa lo que piensas (que más te da a ti ya) si no....porque te has quedado más a gusto que un arbusto...y eso libera oye.
    Besos valientes

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  2. Sabes, me acusó de tener mucho odio, y yo le dije que la odiaría si sintiese algo por ella, pero me callé en decirle que ni siquiera era interesante para darme asco...
    Besos.

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