lunes, 28 de enero de 2008

Tiempo

Hace varios años leí Momo, de Michael Ende, un libro en el cual se hablaba de ladrones de tiempo, con forma de hombres grises. Durante muchísimo tiempo me pregunté si existían dichos seres, y descubrí, para mi desgracia que eran reales, aunque no con esa forma de ejecutivos que no cesaban de fumar y convencernos para que ahorrásemos el tiempo que nunca recuperaríamos, pues es una cosa que pasa y no regresa... Hoy por hoy se nos exige tanto que es imposible poder disfrutar de eso pequeños momentos que tanto sabéis que me gusta saborear... La hipoteca, los excesivos gastos, superfluos o no, las deudas y demás nos convierten en esclavos del trabajo y de la banca, que nos exprime hasta hacernos enfermar con estrés, depresiones y frustraciones, pues nos hacen sentir mal por no lograr todo aquello con lo que somos bombardeados y que nunca terminamos de conseguir... Nos venden una cultura del todo vale a cualquier precio, y nos inculcan unos valores egoístas e insolidarios, o de ser solidarios debemos consumir una cuota de apadrinamiento. Gastar más dinero, consumir, manejar nuestro tiempo, nuestro bien más preciado y que no quieren que lo disfrutemos... Nos mantienen ocupados, en una moderna esclavitud que nos lleva a la bancarrota personal y a la falta de unas motivaciones personales y espirituales, en pos de un mundo dominado por el dios dinero y los bancos como sus iglesias...

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