viernes, 25 de enero de 2008

Por un puñado de euros

Como si del título de un western de estos de la época de los rodajes de Sergio Leone se tratase, titulo hoy estas líneas. Acabo de saber que un conductor ha denunciado a la familia de la víctima que atropelló mortalmente, lo cual me parece un ejercicio de la falta de vergüenza y del más despreciable materialismo. No contento con conducir borracho, aunque la tasa de alcoholemia fuese ínfima, ni satisfecho por haber acabado con la vida de un niño de 17 años, pide la reparación del vehículo destrozado por el impacto del cuerpo del joven... Esto es algo increíble, pues este señor no sólo carece de conciencia, ni remordimientos, sino que para él hay cosas más importantes que acabar con la vida de una persona, a la vez que destrozar la existencia de los padres del crío. A este señor sólo le importa el dinero y su Audi A8, un vehículo de gama alta que destrozó cuando asesinó a un ciclista menor de edad, yendo con unas cervezas en el cuerpo... Se autoconsidera una víctima. Para él sólo es importante no renunciar a ese puñado de euros manchados con la sangre que él mismo derramó y que estará impregnada para siempre en su cochecito, aunque lo pinte y repinte. El crío no volverá a la vida, pero eso no parece importarle. A él sólo le importa recuperar un dinero que, según su opinión, no necesita, al ser un empresario industrial. Si no necesita ese dinero, no lo reclame, no destroce aún más las vidas de una familia que ya sufre por la pérdida de un hijo, algo por lo que ningún padre debería pasar...

1 comentario:

  1. Son el tipo de historias que ponen a prueba 1º la credibilidad (me cuesta concebir la existencia de mentalidades como ésa), y 2º la sangre fría.
    Ese... 'hombre' -por llamarlo de alguna manera- es una maldita alimaña. Ojalá pudiera tenerle a la cara para escupirle en ella.

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