domingo, 27 de enero de 2008

Patrimonios exclusivos

A veces me resulta difícil comprender el comportamiento del resto de las personas... Ayer mientras viajaba en autobús, mientras me dirigía a Sevilla, coincidí con un amigo con el que suelo hablar de todo tipo de temas... Hablando de todo y de nada, en una de esas conversaciones que me gusta mantener en el transporte público, mencioné a Ron Hubbard, algo que no sentó nada bien a mi interlocutor, cienciólogo practicante. Al decirle que su credo no me interesa, ni quería hacer por saber más me recriminó que estaba lleno de prejuicios, y que no debía tenerlos... Entonces yo empecé a plantear dudas, a sembrar la semilla de la incertidumbre, ya que no creo que mencionar a alguien sea patrimonio exclusivo de aquellos que lo siguen. Si no quiero saber de una religión que sólo da importancia a alguien que sólo tiene records guinness por escribir y publicar libros de ciencia ficción, es una opinión que debe ser respetada... Si mencioné a este escritor, estaba dentro de un contexto que nada tenía que ver con sus enseñanzas, desconocidas por mí, y faltas de interés por hacerlo, lo cual no me define como un individuo plagado de prejuicios. Sencillamente no me interesa. Y no es patrimonio exclusivo de aquellos seguidores de las enseñanzas de dicho escritor el usar su nombre, vetando o insultando a los que lo hacen, o dando explicaciones de por qué se menciona, cuando no es necesario hacerlo, porque no es relevante el uso de personajes como ese, o cualquier otro...

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