sábado, 5 de enero de 2008

Resaca de Nochevieja

He de reconocerlo. Cada día me voy haciendo más viejo. Los recuerdos tienen más de 20 años, las fiestas de Navidad pasan a reuniones íntimas en casa de los amigos, y las resacas de estas fiestas destrozan el estómago de aquellos que superamos la treintena... Estas navidades apenas he tomado un poco de champagne y un par de cervezas tapeando. Sinembargo, he comido como una mala bestia, y eso me ha pasado factura, dejándome apartado de estos lares y con una digestíón que no termina de hacerse, amén de una pesadez de estómago digna de uno de los pasajeros del Nostromo. He de reconocer que en el final de 2007 y principio de este 2008 me he reido como hacía mucho que no lo hacía, sobre todo al felicitar el año, con un mensaje repetido hasta la saciedad, y robado a un amigo. También he requisado a los Reyes Magos (sí, creo en ellos aún, y no en Papá Noel) una noche antes. Deseo que este año sea mínimo mejor que el anterior, pues para mí ha sido de esos de borrar, y a todos y todas aquellos y aquellas que leéis esto, así como a amigos, amigas, gente que quiero y me importa os diré una cosa de todo corazón:
FELIZ AÑO NUEVO