viernes, 28 de diciembre de 2007

Autobuses (enésima parte)

Me hace gracia que traten de fomentar el transporte público... Dicen que así se consume menos energía, se contamina menos y se maltrata menos el medio ambiente, pero la gente usa el vehículo privado para moverse. ¿Por qué? Porque el transporte comunitario no funciona. Con unos horarios que no se cumplen, unos precios abusivos y falta de formalidad continua, los usuarios optan por alternativas rápidas y eficaces, pues a nadie le sobra una hora para por unos retrasos que vienen siendo una tónica habitual los días entre semana, por culpa de unos burócratas que sólo entienden de estadísticas y a quién sólo les importa que se pague el billete abusivo en algunas ocasiones. Unos burócratas que, muy lejos de escuchar las hojas de reclamaciones, sólo disculpan los errores con una carta tipo. Veo vergonzoso que se sugiera y exija en algunos casos que se utilice el transporte público, cuando no se toman medidas para fomentar su uso, pues nadie se preocupa de si funciona bien o mal. Tan sólo se limitan a aconsejarlo.

Escribiendo

Se ha perdido esa imagen del escritor que se iba a un bar, cuaderno en mano, para disfrutar de una buena taza de café u otra bebida, a la vez que plasmaba sus pensamientos en un cuaderno con tapas de cuero. También se ha perdido el sonido de las máquinas de escribir, ese clásico repiquetear de las teclas y los tipos golpeteando la cinta sobre el papel... Ahora todos escribimos en el ordenador, en la soledad de nuestra alcoba, mientras tenemos el messenger y compartimos los pensamientos con nuestras amistades. No cambio aquellos tiempos, desconocidos para mí, salvo en los libros, la imaginación o las recreaciones literarias. A mí me gusta escribir, y lo llevo haciendo desde siempre. Si bien empecé con un lápiz y un cuaderno de grapas, hoy lo hago con el ordenador, pues mi máquina de escribir hace tiempo que fue jubilada. De todas formas, siempre viajo con un bolígrafo y papel, puesto que adoro plasmar mis pensamientos, ideas o cualquier otro tipo de cosa que pase por mi mente. Soy muy tradicional a veces, y me gusta desarrollar en papel las cosas,pues veo mejor los planteamientos sobre una hoja que sobre una pantalla. Por eso, también prefiero leer en un libro tradicional, que no en un e-book...

jueves, 27 de diciembre de 2007

Sin que sirva de precedente


Voy a abrir este post para apoyar a dos concursantes de Gran Hermano 9. Se trata de las gemelas, Conchi y Pamela, vecinas de Los Palacios y Villafranca, al igual que yo. He de reconocer que soy contrario al concurso, pues ya sabéis que no soporto la telebasura. Por eso, titulo la entrada de hoy con ese título. Es la primera vez que escribo mientras estoy atento a un programa de televisión, o a otra cosa que no sea la música que en mi disco duro guardo, ya que aún desconozco el resultado del programa, y quién será el ganador, o ganadores de este nuevo clásico de la televisión. De hecho, estoy escribiendo a la vez que se emite la gala... Desde este rinconcito quiero brindarles todo mi apoyo, y desearles que se erijan ganadoras. Alea jacta est

lunes, 24 de diciembre de 2007

Tradiciones navideñas


Durante estos días me estoy quejando de esas navidades esclavizadas por el vil metal, pues las considero tan superficiales como el aceite que recubre una lata de anchoas. Hoy quiero hablar de la celebración familiar, disfrutada con alegría de los que se reunen, y recuerdan a los que no volverán con anécdotas divertidas. Hoy es tradicional cenar en familia, atiborrarnos y ver la mesa repleta de comida, que se consume durante los días posteriores, de reír y estar reunidos, escuchar el mensaje del Rey, aunque sea de fondo, pues se emite en casi todas las cadenas de televisión. Es el momento de ver, una vez más, la película de Frank Capra Qué bello es vivir. Cuenta la leyenda que esta película está exenta de derechos de emisión, pues cuando caducaron, alguien se olvidó de renovarlos. Es curioso, pues esta proyección es mágica y cada vez que la veo aprendo algo nuevo. Para mí esa es la Navidad, lejos de lo qué nos quieren vender, incitándonos, incluso obligándonos y manipulándonos de forma tan masiva al consumo y los gastos superfluos, pues parece que si no nos desprendemos de la paga extra íntegra, no somos capaces de dar amor. Por favor, recordemos que éstos son momentos de reencuentros, recuerdos de los qué no están en la mesa, regresen a ella o no, de seguir demostrando los sentimientos bellos de todo el año... Por favor, recordemos que es una fiesta de profunda carga espiritual, estemos de acuerdo o no con lo qué la Iglesia o diferentes religiones nos cuenten...

Protagonistas de la noticia

Hace unos días leí una entrevista al director de una revista, que cumplía un año. Esta publicación fue muy polémica, porque en ella, una de sus colaboradoras, Sara Gallardo Bejarano, ponía a parir a los frikis, en un artículo que rozaba el delito contra el honor. En el otro blog respondía dicha redactora, pero ese no es el tema a a tratar hoy. Hoy quiero hablar de los ánimos de protagonismo. Siempre he creído que el periodista cuenta la noticia, pero no la noticia en sí. Por eso me me niego a estudiar periodismo, puesto que ya no creo en ello... Hablar de carrera en un solo año de vida de una revista, y hacerlo desde un punto de vista humilde es algo imposible de creer, pues roza la más absoluta de las arrogancias y el más despreciable egocentrismo. En el primer año de un medio se ha de decir que sólo es el principio, y que se ha de seguir trabajando para hacerlo cada día mejor. Creo que se debe mirar atrás en las publicaciones cuando ya llevan varios años, pues la experiencia y la veteranía hacen que se vean con más claridad los principios, y se pueda valorar mejor éstos... Pero bueno, son consejos que no serán tomados en cuenta, pues la arrogancia y la falsa modestia, que no humildad hace que esto se vea como un artículo ofensivo y cargado de envidias, pues es difícil dejar de mirar el ombligo propio cuando se tiene poca autoestima y el ego inflado por las adulaciones de aquellos que no osan decir la verdad por el miedo a las represalias.