sábado, 3 de noviembre de 2007

El Relato de la semana: Carpe Diem

Era una noche terriblemente oscura, de esas en las que la luna está oculta, y las estrellas no brillan, una noche testigo del largo y tedioso paseo en le tiempo de un hombre solo, acompañado por su sombra, la única que se le mantuvo fiel en esos momentos, y que era reflejada por la luz de una farola en la fría y nevada calle, por la cual nadie transitaba, a causa del mal temporal, lo cual no importaba para aquel caminante triste, gris y con las ilusiones rotas, tras haber comprobado como nadie de su entorno había acudido a aquella cita tan importante para él, en la cual necesitaba contar tantas cosas. Habían transcurrido varias horas en el bar donde había reunido a aquellos a los que un día quiso y amó, para compartir un gran éxito personal, pero nadie se presentó ni llamó para avisar que no lo haría. Mientras aguardaba, al principio de forma paciente, pidió un whisky doble con hielo, que fue bebiendo con lentos sorbos, a la vez que miraba el reloj, que parecía no moverse, moviéndose lentamente las agujas, a la vez que miraba el teléfono mudo, sin que éste anunciase llamada o mensaje. Cerró los ojos, y una lágrima recorría su mejilla, cayendo en el vaso de licor, para mezclarse con el whisky en su amargo sabor. Harto de esperar, miró al camarero, para pedirle la cuenta, la cual pagó con un billete de 100 euros, del cual no esperó el cambio, pese a ser llamado por aquel que le sirvió la copa. Al salir del local, sus pasos se volvieron tediosos, pesados y tristes, mientras caminaba hacia ninguna parte, a la vez que apagaba el teléfono, ya que, por despecho, iba a ignorar a aquellos que le habían ignorado. En el silencio y la oscuridad de la noche, los recuerdos de su vida comenzaron a surgir. Al principio se agolpaban, mezclándose entre sí, pero el tiempo hizo que fuesen tomando fuerza uno a uno, desgarrándole el alma, ya que le hacían plantearse su vida con ideas vacías y sin sentido, puesto que veía que de nada le sirvió hablar, aconsejar y escuchar. Las lágrimas volvían a surcar su rostro, frías como el hielo, en un llanto silencioso que no podía ni deseaba controlar, a la vez que se lamentaba de las oportunidades no vividas y desaprovechadas, algo habitual en él, a causa de posponer su vida en pos del éxito profesional, algo por lo que era envidiado, ya que la vida le ponía las cosas en bandeja, a la vez que las rechazaba porque tenía que trabajar, y le faltaba el tiempo para disfrutar de aquellos instantes... Y todo por su forma de ser. A veces tenía la culpa de lo qué pasaba, ya que era muy extremista, y para él no existía el término medio. Las cosas eran blancas o negras, pero no grises. Fueron muchos los momentos que no disfrutó, posponiéndolos para después, sin saber que era muy probable que luego no existiese, sin imaginar que cualquier momento podría ser el último, como en ese preciso instante, en el cual cruzaba la calle sin mirar, y escuchaba un claxon, a la vez que veía aproximarse un camión con los frenos rotos, a toda velocidad, descontrolado, alumbrándole con los faros, mientras él permanecía allí, inmóvil, incapaz de reaccionar, aguardando su final, puesto que aquel vehículo estaba a punto de atropellarlo, segando su vida, una vida no vivida y no disfrutada, llena de lamentos y de planes no realizados, que ya no serían resueltos, porque el destino había querido que esa noche de reflexiones fuese su última noche, para que de aquella forma supiese, en el último momento, que no se puede posponer la vida, que cada instante es único e irrepetible, y que anteponer prioridades antes de vivir es el mayor error que una persona puede cometer, ya que nadie sabe cuándo será el último instante que le tocará vivir.

viernes, 2 de noviembre de 2007

La calidad televisiva

Hace unos días tenía pensado escribir sobre la televisión y sus contenidos, pero me vi obligado a posponer la entrada por culpa de un energúmeno racista que agredió a una niña de 16 años. Quería decir que me llevé durante dos horas con el mando a distancia, pasando de cadena en cadena para encontrar algo interesante, pero no encontré absolutamente nada. Me llamó la atención esta falta de contenidos que instruyeran o formasen, en pos de una idiotización y una incultura de gran importancia. Me parece curioso que se fomenten valores como la ordinariez, el todo vale y la falta de respeto... También me parece curioso gracias a la televisión, la incultura y la analfabetización estén reinando entre esta sociedad, sobre todo en los sectores más jóvenes, muchos de los cuales no desean finalizar su formación más básica. Me resulta imposible comprenderlo... Antes no querían que el pueblo aprendiese, y ahora lo manipulan para que la decisión de las altas esferas sea tomada por las gentes. Este es el pan y circo de Roma, transformado a los tiempos actuales de las nuevas tecnologías. No interesa que el pueblo piense, ni que razone, para así poder convertirlos en una Gran Masa manipulable a la que poder manejar al antojo de aquellos que ostentan el poder, sean políticos o no... Por eso se tienen estas programaciones absurdas y sin sentido. Así el pueblo está entretenido, no piensa y no se plantea ser manejado por los poderes fácticos.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Egoísmos varios

Hoy he almorzado con una de mis mejores amigas. Hacía más de un año que no coincidíamos, salvo por el messenger o alguna llamada telefónica. La verdad es que me he reído como hacía tiempo que no lo hacía, contando anécdotas, historias y recordando tiempos pretéritos. Cuando terminamos de comer, en búsqueda de un café que se transformó en helado, intentamos cruzar la calle, por el paso de peatones, con el semáforo en verde, un señor que conducía un todo-terreno pisó el acelerador, a lo que mi amiga respondió con unos golpes en el coche, lo cual hizo que el conductor frenase en seco para, herido en su orgullo de macho, pedir cuentas del aviso de error. Muy lejos de un tono amable, sus palabras dolían en los oídos por el contenido y el tono, desafiante, prepotente y amenazante, que podría haberse transformado en una agresión física, de haber sido un hombre el que hizo lo que mi amiga... Es curioso. La gente va demasiado a sus historias. Cada vez existe más insolidaridad, y la cortesía al volante se ha convertido en algo casi inexistente, que puede llegar a ofender si se piden cuenta de los errores, lo cual puede desembocar en violencia física. Este mundo frenético e insolidario cada vez está peor, pues faltan valores y ética. Falta empatía y saber ponernos en el lugar de los demás. Demasiado egoísmo, demasiada violencia contenida, demasiada mala fe... Todo esto nos sobra. Deberíamos apartar estos valores negativos, y hacer por compartir... Deberíamos tratar de ser menos malos, y cambiar la fe con la que hacemos las cosas. Sería maravilloso poder hacer las cosas para el beneficio del resto, y no por hacer daño y experimentar el placer de ver humillado a quién lo recibe... Afortunadamente, existen personas así, y eso me hace ver el futuro con esperanza.

martes, 30 de octubre de 2007

La lengua andaluza


Ahíto de académicos de la lengua, presentadores y periodistas, escritores y demás opositores a pseudointelectuales que se empeñan incesablemente en desprestigiar el andaluz como lengua, escribo esto, para recordar e informar que la primera Gramática Castellana fue escrita por un andaluz, Elio Antonio de Nebrija. En ella se sentaron las bases de nuestra lengua. Rogaría no se viese la lengua andaluza como incorrecta, pues su riqueza lingüística supera al denominado castellano neutro de forma aplastante. Son muchos los modismos transmitidos de generación en generación, y muchos los que se van añadiendo por momentos a nuestra lengua, originarios del habla del sur de Despeñaperros. El andaluz tiene palabras para todo, y si no las tiene, se las inventa. No son pocos los archivos que recibo en los cuales se ridiculiza nuestra habla, los cuales considero ofensivos contra nuestra cultura y nuestra manera de expresarnos. A nadie se le ocurre burlarse del bable cerrado de los pueblos perdidos de Asturias, o de ese catalán de mitad del campo que resulta imposible entender. No. Se ríen del andaluz, de la lengua andaluza, alimentando una falsa imagen de un pueblo en evolución, lejos de la chacha de las series, la pandereta y la jarana. Es cierto que el castellano neutro se habla al norte de nuestro país, llamado España, pero también es cierto que esa neutralización de la lengua tiene muchísimas incorrecciones gramaticales, y no está nada cerca de esa corrección que nos dictan los académicos. Me resulta imposible analizar esto, pues no soy lingüista. Tan sólo soy un ciudadano cansado de escuchar cómo me dicen que no sé hablar. . No soporto la expresión si no sabes hablar el español cómo vas a aprender otra lengua... Domino dos idiomas, y chapurreo un tercero. No soporto la expresión si no sabes hablar el español, ¿cómo vas a aprender otra lengua?. Desde aquí pido comprensión, tolerancia y respeto para una lengua viva, en una evolución constante, así como respeto a un pueblo moderno, lejano de típicos tópicos que se empeñan en perdurar aquellos que no nos conocen...

Aniversario del blog de Jotacé


Acaban de publicarme un dibujo en otro blog. Ha sido para el tercer aniversario del blog de Jotacé. La verdad es que ha sido todo un detalle, pese a haber entregado tarde. Elegí una ilustración muy importante para mí, que previamente traté con Photoshop, el nuevo pincel que se usa en el mundo del cómic, pues se ha convertido en algo casi imprescindible actualmente. En mi otro blog hablaba de Batman: Digital Justice, un cómic de los 90 que fue realizado digitalmente en su totalidad. Aquello supuso una revolución en el tratamiento de imágenes. Hoy es casi inconcebible(qué me gusta esta palabra desde La Princesa Prometida) que un trabajo llegue a imprenta sin el paso previo de retoque. Sin más, voy a reproducir la imagen.